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Costanera Center: la molestia de La Moneda con Paulmann

Hasta ahora es un misterio la asistencia de Sebastián Piñera a la inauguración del edificio Costanera Center y en su entorno se habían limitado a precisar que aún no se resolvía la agenda presidencial para esos días. Pero el martes, el hombre de Cencosud dijo suponer que el mandatario no puede faltar a «la inauguración del proyecto, donde hoy trabajan 7 mil personas y 5 mil en el futuro». La frase cayó bastante mal en el gobierno.


La inauguración del edificio Costanera Center es un verdadero dolor de cabeza para La Moneda. No sólo por el caos vial que se pronostica afectará la zona de Sanhattan –límite de Vitacura, Providencia y Las Condes- cuando el mall del empresario Horst Paulmann se inaugure el 27 de mayo, sino por la compleja situación en que queda el Presidente Piñera por su eventual participación en la polémica ceremonia.

Hasta ahora es un misterio la asistencia del Mandatario a la inauguración y en el gobierno se habían limitado a precisar que aún no se resolvía la agenda presidencial para esos días. Pero el martes, tras encabezar una junta de accionistas de Cencosud, Paulmann precisó a la prensa que «suponemos que a la inauguración del proyecto, donde hoy trabajan 7 mil personas y 5 mil en el futuro (…) no puede faltar el Presidente». Acto seguido agregó que el día 27 “lo esperamos”.

Bastante mal cayó la frase en La Moneda, donde precisaron que es el propio Presidente Piñera quien determina su agenda para ese día, aunque también se dejó ver la molestia con Paulmann por presionar al Mandatario “por los medios de comunicación para que asista”. Ante el argumento de los 7 mil empleos que ha creado la construcción de la criticada torre, en el gobierno recalcaron que esa premisa no es válida para presionar a que el Mandatario asista al corte de cinta. En ese sentido, en Palacio se destacó que generar empleos no es un favor, “sino que un deber con el que deben cumplir todo empresario”.

Lo cierto es que entre líneas se dejó ver que será bien difícil que Piñera asista a la inauguración, sobre todo, cuando el gobierno revisó –sin éxito reconocen- todos los aspectos jurídicos posibles para tratar de postergarla lo más posible hasta que estén solucionados los problemas viales que acarreará el exceso de vehículos y población flotante en Sanhattan.

Dado el fracaso de este intento, La Moneda y el Ministerio de Transportes están afinando planes de contingencia para el día de la inauguración y los siguientes, a fin de tratar de aplacar los efectos de la congestión vehicular que se desatará. Es que el temor es que el tema termine transformándose en un “Transantiago II” para la administración piñerista.

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