Las expectativas eran grandes, principalmente porque se esperaban definiciones concretas desde el comando de Michelle Bachelet. Pero la decepción de los trabajadores y dirigentes fue total. “Insuficiente la presentación, faltó abordar en profundidad las propuestas”, “fue un guitarreo en el aire”, “se perdieron la oportunidad”, son algunos de los comentarios que se escuchaban al final del encuentro.
“Nuestra gente… nuestra gente está sufriendo”. Con la voz quebrada y en la frontera del llanto, Vicky Bravo, presidenta del sindicato de Montserrat que lleva más de un mes en huelga, terminaba su presentación en el seminario “Políticas Laborales, base del próximo ciclo político”, que se desarrolló el 12 de octubre en el ex Congreso de Santiago.
La instancia duró dos días y fue organizada por la Fundación Instituto de Estudios Laborales (FIEL) y la Friedrich Ebert Stifug.
El sábado se invitó a representantes de temas laborales de los nueve candidatos presidenciales. Llegaron cinco, entre ellos Vicky Bravo, representando a Roxana Miranda; Roberto Godoy, por Michelle Bachelet; Silvia Leiva, del comando de Evelyn Matthei; Luis Mesina, en representación de Marcel Claude; Raúl Requena, por el candidato del PRO, Marco Enríquez-Ominami; y Cristián Jorquera, por Tomás Jocelyn-Holt.
Las expectativas eran grandes, principalmente porque se esperaban definiciones concretas desde el comando de Michelle Bachelet. Pero la decepción de los trabajadores y dirigentes fue total. “Insuficiente la presentación, faltó abordar en profundidad las propuestas”, “fue un guitarreo en el aire”, “se perdieron la oportunidad”, son algunos de los comentarios que se escuchaban al final del encuentro.
En una presentación “plana” y “sin novedades”, Godoy planteó cuatro puntos en materia laboral: mantener el crecimiento del empleo; que estos sean de calidad, con protección social y salarios adecuados; fortalecer la negociación colectiva y el mundo sindical; y un sistema que asegure el cumplimiento de la ley laboral para poner fin a los abusos y fraudes como el multirut.
Para los asistentes, la propuesta de bacheletismo “no tuvo nada nuevo” y quedaron a la espera de definiciones concretas sobre el Código de Trabajo y el sistema de previsión. Para algunas fuentes del mundo laboral, Godoy asistió al seminario con la misión única de usar un termómetro. “Lo mandaron para que midiera la temperatura del ambiente sobre el tema, pero no para que se la jugara y definiera propuestas concretas”.
Y justamente al final del seminario el ambiente comenzó a hervir, con varios trabajadores y dirigentes sindicales que pedían la palabra y emplazaban directamente a los representantes de los comandos a que fueran más concretos en sus propuestas. El cierre fue abultado, con varios que pedían la palabra y bajo consignas que exclamaban “que hablen los trabajadores”.
El objetivo del seminario era incidir en las campañas políticas, poner el tema laboral en la agenda y que las candidaturas se pronunciaran al respecto. Algo que no ocurrió en el caso de la Nueva Mayoría. Para la presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores, Bárbara Figueroa, “todos los comandos se perdieron la oportunidad y el espacio para hablar de estos temas”.
