Se espera que antes de fin de año se concrete la visita de, Jochen Tilk. Conocedores de su llegada explican que, más allá de una potencial venta o incluso una oferta de compra a Ponce, vendrá a conocer las instalaciones de la minera no metálica.
Durante los próximos días se espera la visita de Jochen Tilk, quien viene a conocer las instalaciones de la minera no metálica y a su socio controlador, Julio Ponce.
Desde 2001 que la canadiense Potash Corp (PCS) es socia de Julio Ponce en SQM, sin embargo, en sólo unos días más se concretará por primera vez la visita a Chile de un alto ejecutivo de la compañía, en medio de una expectativa creciente respecto de lo que hará la canadiense con inversión en la firma chilena.
Así es como se espera que antes de fin de año se concrete la visita del nuevo CEO de PCS, Jochen Tilk. Conocedores de su llegada explican que, más allá de una potencial venta o incluso una oferta de compra a Ponce, vendrá a conocer las instalaciones de la minera no metálica.
“Es una empresa que administra más de US$4.500 millones, obviamente quieren ver en qué está su inversión con detalles”, afirma un ejecutivo al tanto de la visita de Tilk.
PCS tiene un tercio de SQM y, según reportó Bloomberg esta semana, estaría evaluando qué hacer con la inversión como parte de un análisis estratégico de todas sus participaciones minoritarias. Incluso podría decidir vender. Esto, a pesar de que el antecesor de Tilk, Bill Doyle, afirmó en febrero sobre SQM que “nos gustaría tener el control allí y yo pienso que hay una posibilidad para hacerlo en el camino”.
Una decisión de venta despierta cierta incredulidad en el mercado, considerando que los papeles de SQM han perdido casi la mitad de su valor tras el colapso de precios que produjo el cartel europeo del potasio.
Por otro lado, una oferta por la empresa que preside Ponce no es descartable. Desde la primera formulación de cargos contra el empresario que al menos tres grupos económicos quisieron conversar para discutir el control de la cascada y, por ende, el de SQM. Esto, a pesar de que Ponce siempre se ha negado a desprenderse de la sociedad.
