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La carrera por el próximo director de la PDI

La carrera por el próximo director de la PDI

El próximo 19 de junio debe asumir un nuevo director de la Policía de Investigaciones en reemplazo de Marcos Vázquez. Mientras la Presidenta aprovecha de capear el mal momento político en Europa, el nuevo ministro del Interior entrevista a los posibles nombres de reemplazo.


Para nadie es un secreto que al Gobierno le cuesta tomar decisiones. Más aún tratándose de los altos cargos de la administración, que implican equilibrios y chequeos preventivos de conflictos de interés, razón por la cual muchos de ellos permanecen en interinato por indecisión gubernamental.

El próximo 19 de junio debe asumir un nuevo director de la Policía de Investigaciones en reemplazo de Marcos Vázquez. Mientras la Presidenta aprovecha de capear el mal momento político en Europa, el nuevo ministro del Interior entrevista a los posibles nombres de reemplazo.

Este lunes fue intenso. Al mediodía se reunió con Víctor Donoso Díaz, en la tarde con Héctor Espinoza Valenzuela, y concluyó la jornada con Leonardo Vicuña Vilches. Se supone que uno de ellos será el nuevo director.

Fuentes cercanas a la PDI señalan que dos son los criterios que debieran influir decisivamente en la designación: la capacidad de mando para abrir un curso de renovación profesional de la institución, y un alejamiento definitivo de cualquier influencia de los viejos grupos de poder cercanos a la dictadura, aunque la mayoría de ellos ya se encuentran en retiro.

Héctor Espinoza Valenzuela, tiene a su haber ser el actual número dos de la PDI y representar un principio de continuidad de la actual Dirección. No obstante ello, tendría apertura a una renovación generacional orientada a los nuevos tiempos, con cambios profesionales significativos en la formación de los nuevos policías. Sus detractores señalan que, si bien ello es cierto, siempre ha sido un mero “acompañante” del actual director, quien lo trajo desde Concepción a trabajar con él, y dicen que como director de Inteligencia es el gran responsable del fracaso del caso bombas en el Gobierno pasado.

De Víctor Donoso Díaz se destaca su formación académica y su dominio teórico de los temas policiales. Es el “intelectual” del grupo, pero le critican su poco dominio de los temas operativos del servicio y se supone podría tensar aún más la ineficiencia que en determinados aspectos muestra la PDI. Su gran promotor al cargo ha sido el ex subdirector Operativo, hoy en retiro, Juan Baeza Maturana, quien fuera sindicado por la CUT y organizaciones de derechos humanos como vinculado al secuestro de cuatro estudiantes desde un auto diplomático en 1986. Los detractores señalan que Baeza Maturana, íntimo amigo del ex subsecretario del Interior de Piñera, Rodrigo Ubilla, es uno de los últimos detectives activos en mantener vínculos con ex miembros de la CNI.

El tercero, es el actual subdirector Operativo de la PDI, prefecto Leonardo Acuña Vilches, quien según sus promotores tiene una vasta experiencia en el trabajo operativo y manejo de grupos, y como también fue subdirector Administrativo, conoce de cerca tanto el trabajo financiero como el funcionamiento crítico del Servicio. En su contra tiene un problema de mala gestión en una licitación de equipos de inteligencia, cuando era subdirector Administrativo, pero que finalmente fue fallada favorablemente por la Contraloría. Se le califica como un mando de bajo perfil, sin padrinos políticos.

Candidata tapada puede resultar la Jefa Nacional de Criminalística Jessica Vergara Santana, quien, de ser designada, sería la primera mujer directora general de una institución policial del país. Según sus detractores, lo único que tiene a su favor es la igualdad de género, criterio que por cierto no es despreciable, dado el carácter de la Presidenta. A su regreso del actual viaje a Europa se supone que deberá decidir entre los platos que le brinde su actual jefe de gabinete.

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