Camioneros siguen cuestionando alzas en el precio de los peajes y amenazan con movilizaciones, mientras el jefe de gabinete, tras la compleja movilización de fines de agosto pasado se transformó en el único interlocutor válido ante este grupo, mientras desde la subsecretaria del Interior toman palco.
Una reunión clave. Así definen algunos en La Moneda el encuentro que está agendado para este viernes entre los representantes de camioneros y el ministro del Interior, Jorge Burgos. Esto, luego que el pasado viernes 5 de febrero, el jefe de gabinete logró prorrogar una movilización en las rutas 68 y 78, por el alza en el precio de los peajes pero, la situación no está del todo resuelta.
“Eventualmente tras esta reunión podría surgir alguna paralización, más que paralización manifestación que a lo mejor tendría carácter de indefinido”, así explicó la situación José Egidio, el representante de la V región de la Confederación Nacional de Transporte de Carga, dándole relevancia del encuentro.
Egidio es un verdadero caudillo de los transportistas de la Región de Valparaíso, hijo y nieto de camioneros, y con lazos en la UDI, podría transformarse en un dolor de cabeza para el secretario de Estado. El dirigente aseguró que además Burgos en el encuentro anterior realizó una serie de compromisos que se deberían materializar a partir de marzo.
Con todo, la situación podría representar un complejo escenario para Burgos si las, hasta ahora, advertencias se convierten en realidad. El ministro del Interior pasó a transformarse en el interlocutor principal ante cualquier conflicto que surja con los camioneros luego que el 27 de agosto pasado se produjo una polémica manifestación de transportistas en varios puntos del país, los que incluso pasaron frente a Palacio, y que generó consecuencias en el andar del Gobierno.
De hecho, en esa oportunidad algunos medios hablaron de un inminente quiebre en La Moneda por las diferentes visiones acerca del conflicto que tuvieron entonces Jorge Burgos y el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy.
Cabe recordar que el día de la manifestación de agosto, Aleuy expresó públicamente su rechazo a que se concretara el paso frente a La Moneda de una caravana de transportistas con sus camiones quemados, como forma de protesta por los actos de violencia, fundamentalmente en la zona de la Araucanía. Sin embargo, posteriormente el titular de Interior permitió la manifestación e incluso recibió una carta con la demanda de los representantes de los camioneros.
Pese a la molestia, Aleuy entonces no tomó ningún tipo de medida pública. Trece días después declaró que “en el cargo que yo tengo, no me puedo dar el lujo de establecer si me gustan las cosas o no me gustan”, agregando que fue “una decisión que a mi juicio fue adecuada y que tomó el ministro del Interior”.
Además, el subsecretario entonces intentó poner paños fríos señalando que “cualquiera que conozca el funcionamiento de cualquier Gobierno sabe que, sobre todo los que son democráticos y de coalición- existen puntos de vista diversos sobre las situaciones y eso no es un problema”.
A pesar de estas declaraciones, en La Moneda puntualizan que tras este episodio la relación entre Burgos y Aleuy dejó de ser la misma, y aunque este último siguió actuando como subordinado del democratacristiano, nunca más se involucró directamente en negociaciones con el gremio de los camioneros.
De hecho, también en Palacio explican que el trabajo de la subsecretaria del Interior se limita a realizar ciertos informes, pero que toman palco ante las conversaciones directas entre Burgos y los representantes del gremio. De hecho, de concretarse la reunión, Aleuy no estará presente porque se encuentra de vacaciones.
