Publicidad
El quiebre interno en la SECOM

El quiebre interno en la SECOM

En palacio explicaron que el enfoque de la campaña del proceso constituyente fue la gota que rebalsó el vaso en la SECOM y que sumó a otro actor a la guerrilla interna en dicha oficina palaciega


Todas las miradas públicas han estado puestas en la crisis que atraviesa el Ministerio de Justicia y los cuestionamientos que enfrenta la ministra Javiera Blanco, pero hay otro conflicto en La Moneda del cual todos saben hasta sus más mínimos detalles, aunque aún nadie habla de ello públicamente.

Se trata del quiebre interno que hay en la mítica Secretaria de Comunicaciones (SECOM), que tiene a sus máximas autoridades enfrentadas entre sí, una disputa que hace rato ya, ha traspasado los muros de Palacio.

Desde que fue nombrado en el cargo, el director de la SECOM, Germán Berger -hijo de la respetada abogada de DD.HH. Carmen Hertz- ha tenido que lidiar con los cuestionamientos internos en el gobierno por su falta de manejo y profundidad política, para el puesto clave que ostenta en la administración bacheletista. Poco después, en noviembre del 2015, el ex director general del departamento de prensa de TVN, Francisco Poblete, arribó a La Moneda como subdirector de la SECOM para hacer dupla con Berger.

Nunca habían trabajado juntos y según cuentan en La Moneda, las diferencias rápidamente se hicieron notar.

Berger tiene un sello más audiovisual y Poblete tiene una mirada más política, mezcla que a simple vista podría funcionar pero que en la práctica se ha transformado en permanentes roces y discrepancias que han llegado al punto -reconocen en distintas instancias del gobierno- de hacerse evidentes en reuniones con ministros, subsecretarios y diversos equipos de comunicaciones gubernamentales.

En el gobierno afirman que es comentario transversal que Berger “no tiene solvencia política” y que eso se nota en la gestión que despliega como director de la SECOM, que no hace las “bajadas” político- comunicacionales que requieren los ministerios ante los conflictos que enfrentan, falencia que, agregaron diversas fuentes consultadas, es cubierta en parte por Poblete, lo que molesta profundamente al jefe de la Secretaria de Comunicaciones.

El quiebre es tan evidente que varios jefes de comunicaciones ministeriales han optado incluso por no responder el llamado telefónico de la SECOM para evitarse problemas.

“Es una lástima, los dos podrían ser un buen equipo, complementarse, es cierto que Berger no entiende de política, él trata de aportar pero igual lo atacan por eso, Poblete tiene más fondo político, no desentona en las reuniones, pero también se excede”, sentenció un alto asesor de Palacio.

La frase más común que se escucha en privado en La Moneda y en el resto del gobierno los últimos días es que “está la escoba en la SECOM”, todos saben de los conflictos que hay, que se han divido casi en dos bandos internos que no se comunican entre sí, lo que ha servido de caldo de cultivo no solo para las especulaciones, sino que para situaciones de mal trato laboral que complican al resto de los funcionarios de la estratégica oficina de Palacio.

En palacio explicaron que el enfoque de la campaña del proceso constituyente fue la gota que rebalsó el vaso en la SECOM y que sumó a otro actor a la guerrilla interna en dicha oficina. Berger se llevó a trabajar con él, al ex asesor jefe del ministerio de Cultura, Bruno Bettati, que salió con la llegada de Ernesto Ottone como cabeza de dicha repartición.

Una alianza estratégica que se rompió a la hora de definir el foco y acento que tendría la campaña gubernamental para promover los encuentros auto- convocados y cabildos regionales. En La Moneda precisaron que la disputa se desató porque Berger quería imprimir un sello audiovisual, mientras que Bettati -respaldado por Poblete- consideraba indispensable tener un foco político en la campaña.

Según cuentan las versiones palaciegas la disputa se zanjó a través de la influencia que ejerció la madre de Berger, la destacada abogada Carmen Hertz, con Ana Lya Uriarte para hacer primar el criterio de su hijo, lo que gatilló el quiebre interno definitivo en la SECOM.

Bettati habría estado casi un mes fuera de sus funciones con una licencia médica después de este episodio y cuando llegó, en su puesto, Berger habría instalado a la periodista Carola Muñoz, que trabajó antes en la Municipalidad de Providencia, el Sernam y el Ministerio de Desarrollo Social.

Más allá de los comentarios de pasillo y las versiones palaciegas, en el gobierno hay una preocupación transversal por la falta de dirección estratégica que evidencia la SECOM en un minuto complejo de la administración bacheletista, ya que de esa oficina deberían salir las directrices centrales de cómo el gobierno debe sortear su mal momento para remontar en las encuestas.

Publicidad

Tendencias