En varias juntas de accionistas han seguido rechazando en bloque la participación de la auditora en las compañías donde invierten. Todo, después de seis años de haber estallado el caso La Polar.
Desde el año pasado que la firma auditora PwC está buscando terminar con el karma que la persigue hace seis años, cuando en el 2012 estalló el escándalo de las repactaciones unilaterales y manipulación de estados financieros por parte de la multitienda La Polar. La auditora fue sancionada por negligencia en sus revisiones y, acto seguido, varios clientes la castigaron, vetándola.
No ha sido todo, varias demandas en tribunales, aún pendientes de resolución, enfrentan a las aseguradoras de pensiones y la empresa. Así, año tras año y en una postura conjunta, la AFP han votado en contra de mantener a PwC como revisora de diferentes compañías.
En ese camino, y según relató el año pasado El Mostrador Mercados, «PwC contrató al estudio de abogados Grasty, Quintana y Majlis para que consiga acercamientos con las administradoras de fondos de pensiones y Moneda, de manera de buscar algún tipo de acuerdo, cerrar las causas judiciales y que, con ello, se termine el ‘veto’ que le aplican en las juntas».
Casi un año después de esas gestiones, el quiebre con las administradoras sigue latente. En las recientes juntas de accionistas de grandes firmas, como Copec y Cencosud, en bloque las AFP dejaron constancia de que no aprobaban a PwC como auditora, esto pese a que el voto de los controladores de las compañías igual les asegura el negocio. Moneda también se ha sumado al veto.
Con todo, seis años después del estallido del caso La Polar, el «rencor» de las aseguradoras con la auditora parece no tener fecha de caducidad.
