«Hoy en Maracay (norte) la empresa Kellogg’s, en manos de unos inversionistas mexicanos, amaneció con las puertas cerradas y les depositaron en las cuentas las prestaciones sociales a los trabajadores, lo cual es completamente inconstitucional e ilegal», confirmó Maduro en un acto de campaña en la ciudad de Valencia.
Los Corn Flakes podrían ser aún más escasos en Caracas. Esto luego de que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, confirmara el cierre de la estadounidense Kellogg’s en el país y anunció que pedirá código rojo a la Interpol para sus dueños y accionistas por marcharse de una forma «ilegal».
«Hoy en Maracay (norte) la empresa Kellogg’s, en manos de unos inversionistas mexicanos, amaneció con las puertas cerradas y les depositaron en las cuentas las prestaciones sociales a los trabajadores, lo cual es completamente inconstitucional e ilegal», confirmó Maduro en un acto de campaña en la ciudad de Valencia.
La industria informó a sus trabajadores el cese de sus operaciones de manera indefinida, debido a la crisis económica por la que pasa el país caribeño.
Maduro señaló que Kellogg’s tomó la decisión hoy porque solo faltan 4 días para las elecciones «y creen que el pueblo se va a asustar» y dijo que el Gobierno va «a iniciar las acciones judiciales para solicitar el código rojo (de Interpol) para los dueños, accionistas de la empresa Kellogg’s para que paguen en los tribunales».
Kellogg’s se suma a una larga lista de empresas que han cerrado en Venezuela y que sumarían cerca de mil en los últimos veinte años. Y de acuerdo a Bloomberg, «el gigante de la alimentación es la última compañía internacional en cerrar total o parcialmente sus operaciones en el atribulado y caótico país, siguiendo a otros como Kimberly Clark y Colgate-Palmolive». El deficiente acceso a materias primas y los escasos dólares para importar bienes debido a los controles cambiarios perjudicaron la capacidad de Kellogg’s para operar su filial venezolana, dijo la compañía en febrero.
