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La carta de Fernando Barros a propósito de la detención de Pinochet en Londres Crédito: Cordon Press

La carta de Fernando Barros a propósito de la detención de Pinochet en Londres

El ex abogado personal del dictador, asesor tributario de Piñera en su fideicomiso ciego, y presidente del directorio de Oxiquim, contó cómo vivió la detención de «Don Augusto» en Londres, revelando detalles y anécdotas de la visita de Margaret Thatcher a «un anciano octogenario, frágil y enfermo que no entendía lo que vivía en un país cuyo idioma no comprendía».


Fernando Barros, el histórico abogado de Sebastián Piñera y la familia Pinochet, dedicó una «poética» carta, llena de nostalgia, a propósito de los 20 años de la detención del dictador en Londres.

«Recuerdo con nitidez el sol radiante que ese día iluminaba el camino a Virginia Waters, donde me reuniría con el expresidente Augusto Pinochet, quien permanecía bajo arresto domiciliario solicitado por un juez español», así comienza la misiva titulada «Londres: una historia», publicada por el también presidente del directorio de Oxiquim, en el diario La Tercera.

El ex abogado personal de Pinochet relata el ambiente que se vivía en esos instantes con «Don Augusto», señalando que había preocupación por su estado de salud y que la familia estaba inquieta por la presencia de escoltas y autoridades londinenses.

Barros se refiere a Pinochet como «un anciano octogenario, frágil y enfermo», que no entendía lo que vivía en un país cuyo idioma no comprendía. Como su abogado, asegura que le costaba procesar los reportes que recibía sobre su situación judicial y cada vez se demoraba más la tan esperada liberación.

«No tuve buenas noticias que darle ese día sobre su liberación, pero sí sobre el giro que tomaba su causa en el ámbito político y comunicacional», el asesor tributario de Piñera prosigue contando las declaraciones de «Lady Thatcher» sobre el caso y cómo gestionó la visita de la «Dama de Hierro» a la casa donde permanecía Pinochet.

«La exprimera ministra británica llegaba a visitar al caído, denunciaba al mundo que el apresado era un luchador de la Guerra Fría, que había derrotado al socialismo que ahora buscaba su venganza», comenta Barros, quien tras homenajear a Margaret Thatcher y compararla con Ronald Reagan y Juan Pablo II, señala a Pinochet como «un amigo del Reino Unido que había salvado vidas inglesas y que ahora se pretendía linchar al someterlo a un juez español», razón por la cual se habría «reivindicado su rol en la salvación y reconstrucción democrática e institucional de Chile».

«El golpe comunicacional fue devastador», dice Fernando Barros y asevera que «la significación reivindicatoria que representaba el espaldarazo recibido (por Thatcher) alcanzaba no solo al perseguido exmandatario, sino que a la gesta de las FF.AA. de Chile y su proceso de reconstrucción nacional».

El abogado resalta la figura de Thatcher en su visita a Pinochet, la que «hacía brillar sus ojos ancianos», y recalca la importancia del gesto y su alcance político, «lo que era, sin lugar a dudas, el comienzo del camino para recuperar su libertad».

Tras varias referencias al «llamado de las Fuerzas Armadas por la ciudadanía e instituciones republicanas a intervenir y salvar a su país de la agresión del comunismo», Barros cuenta que en su rostro (de Pinochet), marcado por los años y más de seis décadas de trabajo duro, se reflejó una sonrisa de esperanza y se despidió de él diciendo: «Gracias, amigo. Quiero volver a Chile».

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