Gladys, conocida como “La Francesita”, es una mujer chilena que vivió en una población de Santiago durante la dictadura, a su casa llegó un ingenuo misionero norteamericano que vino a predicar la palabra de Dios. Con su cámara, el joven registró cómo la población luchó por sobrevivir, entre ollas comunes, niños sin padres y las primeras grandes protestas.