Confirmando que ni la Presidenta ni el ministro del Interior ocupan en pleno la autoridad o mando consustancial al ejercicio de la autoridad Ejecutiva, el ministro Eyzaguirre irrumpe en el escenario con señales dignas de atención. Sobre todo considerando una vieja aspiración presidencial del ahora Segpres, y la oportunidad que se abre para ser puente de oro entre el partido del orden y Casa Piedra, con una aislada Mandataria que siempre ha tenido entre sus favoritos al histriónico y atípico ex titular de Educación.
