Un nuevo aire rodea a la Presidenta. Evitando los conflictos, bajando el tono beligerante del primer año, cuidando su imagen para así recuperar popularidad. El diagnóstico del que parte este diseño es que los responsables de su mal momento han sido en buena medida los medios de comunicación, hostiles a su gestión.
Lo que olvida el entorno presidencial es que este ecosistema de medios que resisten los cambios son en buena medida alimentados por asesores, ministros y presupuestos de gobierno, reproduciendo la política comunicacional construida en la era concertacionista, que Bachelet legitimó y consolidó en su primer mandato, sin intentar modificarlo. Un tema que abordamos en esta edición de LSP con el analista político de la UDI, Gonzalo Müller.
