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Por qué no le doy un Smartphone a mi hijo de séptimo básico Opinión

Por qué no le doy un Smartphone a mi hijo de séptimo básico

Carolina Pérez Stephens
Por : Carolina Pérez Stephens Máster en educación, Universidad de Harvard.
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Hace unos días salió en un diario las dramáticas cifras de depresión infantil y juvenil. Los doctores han visto como estas cifras no tan sólo han aumentado sino que ha bajado la edad de los niños tristes. Niños de 4 años diagnosticados con depresión, jóvenes que ingresan en masa a urgencias de los hospitales y clínicas por intentos de suicidio. ¿Que les está pasando a nuestros hijos que cada día están más infelices? ¿Por qué tanto dolor si son una generación que tiene todo el mundo a su disposición y a un click de distancia? ¿Serán esas pantallas las que los tienen ultra conectados aquella causa de tanta comparación, placer y dolor?

Como padres nos preocupamos de la salud de nuestros hijos, por ejemplo, si sé que a mi hijo la palta le produce vómitos y alergia, obviamente voy a velar para que no coma palta. Si voy a un restorán no pediré nada que tenga palta porque no quiero que se enferme y vomite. Si va a la casa de un amigo, yo hablaré con la dueña de casa para que no le dé palta a mi hijo, es algo obvio.

Entonces, si veo que mi hijo de séptimo básico por presión social me pide un Smartphone y yo se lo doy, y después de un tiempo lo veo sufrir a causa de las continuas comparaciones, horas interminables de chats, juegos de video, falta de concentración en el colegio, notas bajas, poca o nula compresión lectora, ¿por qué insisto en enfermarlo? ¿Por qué insisto en darle palta si sé de
antemano que vomitará?

¿Acaso no ves que tu hijo está vomitando a diario? ¿Por la presión social lo vas a dejar enfermo? ¿Que va a ser de él en 5 años más? ¿El qué dirán es más importante que la sanidad mental de tu familia? ¿Comprarle el teléfono con acceso ilimitado a internet lo hará más popular?

Las investigaciones te están diciendo en tu cara que el acceso ilimitado a la web sólo está haciendo a tu hijo más infeliz y más tonto. ¿Y con esta información insistes en que tu hijo, con cerebro adolescente e inmaduro se autorregule?

Te cuento que hay laboratorios en Estados Unidos que dicen que “todo comportamiento humano es programable”. Estos laboratorios nos están lavando el cerebro para que nunca dejemos de mirar nuestro Smartphone. Y todas tus aplicaciones para “controlar” el Smartphone de tu hijo ya no sirven, tu hijo y un hacker ya lograron desactivarla.

Mi hijo de séptimo no tiene Smartphone porque quiero que juegue, haga deporte, lea, comprenda lo que lee, debata y discuta con sus pares, quiero que se equivoque, que aprenda a mirar a los ojos, quiero que converse con gente que no conoce y no se esconda mirando para abajo.

Mi hijo hoy es el único de su generación que no tiene un Smartphone y sufre. Porque se compara, porque ser el único distinto duele. Pero no le voy a dar algo que sé que lo va a enfermar, y va a sufrir más si se lo doy.

Pero a la vez lo estoy haciendo más fuerte frente a la idiotez de esta sociedad santiaguina, donde los padres prefieren tener hijos con depresión y quizás suicidados, antes de quitarles el celular que llevan pegados a sus manos.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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