
Cómo la Inteligencia artificial y redes sociales cambian los hábitos alimentarios
La IA y las redes sociales están revolucionando la industria alimentaria. No solo definen tendencias, también modelan qué comemos, por qué lo hacemos y cómo lo compramos. El 35% de los jóvenes admite que sus elecciones se ven influenciadas por lo que ven en línea.
Las decisiones alimentarias ya no se toman solo en la cocina, el supermercado o la consulta con un nutricionista. En 2025, están profundamente moldeadas por lo que aparece en el mundo digital; desde un video viral sobre un “superalimento” funcional, hasta recomendaciones de productos en base a algoritmos personalizados.
Según datos recientes compartidos por Euronews, uno de cada tres jóvenes de la Generación Z (35%) admite que las redes sociales influyen directamente en su forma de comer. Una cifra que revela el poder que plataformas como Instagram, TikTok y YouTube tienen sobre los hábitos nutricionales actuales.
Esta tendencia se intensifica con el rol cada vez más predominante de la inteligencia artificial (IA) en el ámbito alimentario. De acuerdo con proyecciones de Team Solutions, la industria de la nutrición personalizada —que usa datos, algoritmos y biomarcadores para ajustar las dietas— superaría los 16 mil millones de dólares en 2025.
Una aliada invisible en el consumo de alimentos
Según informes de Gartner, se estima que para este año, aproximadamente el 80% de las interacciones con los clientes en el sector minorista estarán mediadas por algún tipo de IA. En los supermercados, la IA se manifiesta en etiquetas inteligentes que informan sobre el estado de frescura de los productos y en algoritmos que ajustan dinámicamente los precios según la fecha de vencimiento o la demanda.
La IA también optimiza la cadena alimentaria a gran escala. Ayuda a agricultores a mejorar el rendimiento de sus cultivos, disminuir el uso de pesticidas y monitorear condiciones de almacenamiento y transporte, lo que garantiza una distribución más eficiente y segura de los alimentos.
Las plataformas digitales, potentes difusoras de tendencias, amplifican fenómenos como los alimentos funcionales, las dietas “emocionales” o los desafíos virales de comida. Pero no todo es entretenimiento, también hay un cambio profundo en el porqué de las elecciones alimenticias.
Carlos Uribe, subgerente de Innovación Empresarial de Zenta Group, explica que “la influencia del mencionado sistema, se extiende a la base de la industria alimentaria, ya que se encarga de optimizar la cadena de suministro para garantizar tanto la eficiencia como la sostenibilidad y seguridad de los alimentos que consumimos. De esta manera, algoritmos predictivos ayudan a los agricultores a maximizar el rendimiento de sus cosechas y a disminuir la utilización de pesticidas. En tanto, en la fase de distribución, esta tecnología traza las rutas más eficientes y monitorea las condiciones de los productos en tiempo real”.
Además, gracias a esta tecnología, se han multiplicado las opciones de proteínas alternativas, como aquellas de origen vegetal o cultivadas en laboratorio, optimizadas para parecerse en sabor y textura a las proteínas animales. También se avanza en nuevos envases biodegradables, productos con mayor vida útil y sistemas que reducen el desperdicio alimentario.
En ese contexto, el desafío será encontrar un equilibrio entre lo que dicta el algoritmo y las necesidades reales del cuerpo.