Hemingway y Gellhorn retrata la relación de estos dos personajes desde el momento en que se conocieron en Key West en 1936 (cuando Hemingway todavía estaba casado con su segunda mujer, Pauline), pasando por sus experiencias durante la guerra civil española, hasta momentos más tensos cuando, ya casados, viajaron a China juntos y luego separados vivieron la Segunda Guerra Mundial.
Considerada por muchos la mejor corresponsal de guerra (entre hombres y mujeres), con su osadía Gellhorn construyó una carrera respetada e independiente de la de Hemingway. El magnetismo de la pareja Hemingway y Gellhorn llevó a ambos a círculos sociales que incluían a la elite de Hollywood, la aristocracia del mundo literario y la familia presidencial de Estados Unidos.
Como testigos de la historia, cubrieron todos los grandes conflictos de su tiempo, pero no sobrevivieron a la guerra que existía entre ellos dos.