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Directora de Santiago a Mil: «La base de la desigualdad que tenemos en Chile es cultural» El tradicional festival de teatro se llevará a cabo entre el 3 y el 19 de enero

Directora de Santiago a Mil: «La base de la desigualdad que tenemos en Chile es cultural»

Héctor Cossio López
Por : Héctor Cossio López Editor General de El Mostrador
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Para la versión 2014, en que el festival cumple 21 años, serán más de 65 espectáculos de teatro, danza y música de 19 países que se representarán en salas y en la calle. Cultura+Ciudad conversó con la directora de la Fundación Teatro a Mil, Carmen Romero, quien sostuvo que uno de los grandes aportes de este festival es «colaborar en la reducción de la desigualdad cultural que existe entre los habitantes de una misma comuna» y además reparó en la escasa infraestructura cultural que existe en Chile y que quedó en evidencia con el incendio del Teatro Municipal.



Falta poco más de una semana para que comience el principal festival de teatro del país. Un festival que partió a pulso en 1994 con tres compañías invitadas y que hoy, 21 años después, es una máquina de gestión cultural que no descansa, que planifica sus actividades con tres años de anticipación y cuya oferta para esta edición abarca 65 obras procedentes de todos los rincones del mundo. La máquina está aceitada, los actores tienen sus equipajes embalados, las grandes estructuras escenográficas vienen volando y la tensión y el estrés de los organizadores comienza a ceder espacio ante el estado de alerta, aquel sentido que multiplica la atención en los detalles. Nada debiera fallar, con el lema #AMOELTEATRO Santiago a Mil está listo, los artistas preparados y el público también: ¡Que comience la cuenta regresiva!

La desigualdad cultural

Carmen Romero, directora de la Fundación Teatro a Mil, sabe perfectamente que el festival que dirige junto a su equipo es uno de los eventos culturales más esperados del año. No tiene claridad si con el pasar del tiempo el festival terminará volviéndose una tradición, pero sí lo espera. Confía en que el evento trascienda a sus directores y una clave para esto es la singularidad del propio festival, que busca, más allá de la exhibición de un conjunto de obras, aportar a reducir la desigualdad cultural en Chile.

Carmen Romero Foto: Javier Liaño

Carmen Romero
Foto: Javier Liaño

«La base de la desigualdad que tenemos en Chile es cultural. No tengo idea si de verdad hemos logrado nosotros combatir ese tema, pero sí creo que el festival en enero aporta a que esa diferencia tan grande que existe entre habitantes de una misma ciudad sea menos. Que los niños, por ejemplo, tengan el mismo el derecho a que su imaginación se desarrolle de igual forma, ya sea a través de escuchar un cuento o ver una obra. Son estímulos que transportan, que te hacen viajar y el festival tiene esa misión: colaborar para que el acceso al arte y a la cultura esté disponible en Chile».

Pero no se trata de un trabajo sencillo. Para llevar a cabo el festival, el que es presentado por Minera Escondida con la colaboración del Consejo de la Cultura y las Artes, «se deben hacer de verdad esfuerzos enormes para convencer  a las compañías extranjeras a integrar a sus carteleras la presentación en Chile, porque acá no los conoce nadie y ellos tampoco saben mucho de este país». En ese sentido, explica Romero, Santiago a Mil «busca ser un puente con el mundo porque en Chile nos estamos perdiendo demasiada información importante». Este acercamiento de sus trabajos al «confín del mundo» –como le gusta llamar a Chile a la directora– se hace aunando muchas voluntades. «Para venir a Chile desde Rusia, por ejemplo, son 17 horas de vuelo y si los artistas deciden venir es porque les interesa la aventura, el desafío de llegar más lejos, no lo hacen por taquilla (venta de entradas)».

Incendio del Municipal

Para Carmen Romero, una de las ventajas de trabajar en el desarrollo de este festival es que «siempre hay una sorpresa. Nada es igual». «Sea el espectáculo que se presente, el público siempre será distinto, los actores pueden estar más o menos concentrados, pero dependerá del vínculo que establezcan con ellos». En materia de gestión, tampoco todo es igual. Son miles los problemas que enfrentas día a día –apunta Romero–, «pero ahí está también la gracia, en saber resolverlos».

Sin embargo y aun cuando el ánimo se estimula mientras mayores sean los desafíos, hay problemas que, dada su envergadura, se transforman en crisis. Durante tres años, explica Romero, se intentó traer La venganza del príncipe Zi Dan, una obra griega clásica interpretada por una compañía china, y también la obra francesa el Rinoceronte, un clásico del teatro del absurdo de Ionesco, pero cuando ya estaba todo listo, los equipos embalados y los pasajes comprados, se produjo el incendio del Teatro Municipal, único escenario en Chile capaz de cubrir las necesidades técnicas de ambos espectáculos.

«Si nosotros estuviéramos en la industria del entretenimiento hubiera sido fácil salir de asunto, porque sencillamente habríamos dicho ‘si no hay escenario, se suspende el espectáculo’, pero en este ámbito no es tan fácil hacer algo así. Hay mucho esfuerzo y trabajo implicado», cuenta la directora que en el momento del siniestro se encontraba fuera de Chile.

Arquitectura de feria Cia Antigua i barbuda

Arquitectura de feria
Cia Antigua i barbuda

El incendio, que ya era una tragedia para el Municipal, se transformó en una crisis fuerte para Santiago a Mil. No era llegar y decir a las compañías extranjeras que el único teatro del país que reunía esas condiciones se había quemado. Y no porque se intentara ocultar el accidente, sino porque el siniestro dejó en evidencia la debilidad y la falta de infraestructura cultural en Chile.

«Esto nos generó mucha impotencia, porque no existían alternativas para reemplazar ese escenario. No era cosa de trasladar el espectáculo, porque no hay donde hacerlo. El incendio mostró que en el país, pese a contar con un gran crecimiento económico, sólo hay un teatro público de las características del Municipal, cosa que pasa sólo en Santiago, porque por ejemplo en Lima hay tres, en Montevideo hay dos, y bueno, qué decir de Buenos Aires, que es la ciudad del teatro», comenta.

Pero como una buena gestión finalmente se evalúa por la capacidad de resolver problemas, las funciones de estas obras internacionales se mantendrán en cartelera, presentándose La venganza del príncipe Zi Dan en el Nescafé de las Artes y el Rinoceronte en el  teatro de Carabineros, escenario que no estaba en los planes originales y que ahora se está acondicionando para cumplir con los estándares. «Eso se logró con un costo económico muy grande, de hecho hasta el día de esta entrevista sigo buscando esos recursos para solventar esos cambios», remarca Carmen Romero.

Estímulo al teatro chileno

Una de las grandes novedades de este año es la subvención para el teatro chileno. «Este año por primera vez estamos entregando una subvención a los artistas. Creo que esto es bien importante, ya que el teatro de búsqueda o el teatro contemporáneo no puede vivir de taquilla. Por eso hemos establecido un subsidio para cada uno de los actores chilenos por función». Lo que se busca es intentar equiparar un poco la realidad internacional con la nacional, “emparejar la cancha, como se dice” .

Otra de las diferencias importantes con ediciones anteriores está en «la muestra Regiones al Centro, una selección de teatro regional en Santiago. Jurados especializados de Antofagasta, Valparaíso y Concepción seleccionaron una obra por cada ciudad». Están confirmadas como parte de esta muestra Los trenes se van al purgatorio de la compañía de Teatro de la Universidad de Antofagasta (Antofagasta), Bola de sebo de Teatro Provincia (Valparaíso), y Víctor, un canto para alcanzar las estrellas de La Otra Zapatilla (Concepción). Estos tres montajes integrarán la programación de sus extensiones regionales. Además, las obras de Valparaíso y Concepción tendrán funciones durante enero en la capital, dando un paso importante en la descentralización e inclusión del teatro nacional.

Concrete an bone sessions Cia. Branch Nebula

Concrete an bone sessions
Cia. Branch Nebula

El teatro a la calle

La programación de calle para 2014, destacada la directora del Fitam, fue diseñada pensando en nuevas formas de vivir el espacio público. Con la idea fija de que “el teatro es el fiel reflejo de la sociedad” durante los últimos años ha crecido la tendencia entre los artistas de hacer un teatro donde el público pasivo se transforme en activo, donde los espectadores pasan a ser actores que pueden incluso determinar el desarrollo del espectáculo».

Durante esta versión se conocerá el trabajo de importantes compañías internacionales especializadas en el teatro de calle. Una de las más renombradas del género, La Machine, aterrizará con La expedición vegetal, un gran centro de investigación sobre la vida de las plantas. Por su parte, Antigua i Barbuda (España) presentará Arquitectura de feria, una instalación con carruseles, ruedas de la fortuna y reposeras que animará al público a relacionarse entre sí y con las máquinas para hacerlas funcionar.

Poste Restante, desde Suecia, creará para la ciudad de Santiago un recorrido urbano por Barrio Italia. En Closing time, cada espectador recorrerá la ciudad guiado por una operadora telefónica que le dará instrucciones a través de un celular.

Los australianos de Branch Nebula se tomarán un skatepark de la capital para presentar Concrete and bone sessions, una performance que fusiona la danza contemporánea con expresiones de arte urbano como el parkour, el skateboarding y el BMX.

En enero próximo podrá verse por segunda vez a Roger Bernat, quien después de su experiencia en el festival 2013 con sus montajes Dominio público y Pendiente de voto, decidió centrarse nuevamente en Chile para investigar y desarrollar su nuevo proyecto. Este trabajo, Desplazamiento del Palacio de La Moneda, es una coproducción con Fundación Teatro a Mil, y surge por el interés que despertó en Bernat la realidad social-política del Santiago actual y su permanente actividad en el espacio público.

¡Que empiece la función!

Con el cronómetro en los descuentos, la directora de la Fundación Teatro a Mil, quien ya está trabajando en la programación del 2016, define su ánimo como en estado de alegría, pero con expectación. “Bien, ya está todo, que empiece luego esto, estoy contenta, lo que queda es fijarse en los detalles y estar atenta a los problemas que puedan surgir. El sentimiento de nuestro equipo es el de estar ‘muy vivos’ para que salga todo perfecto, pero no siempre es así y eso no es malo, porque si hay algo que siempre me ha fascinado de este trabajo es la capacidad de sorprenderse, siempre hay una sorpresa, cada día se descubre algo nuevo».

Para ver la programación pinche aquí.

 

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