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«Allende mi abuelo Allende», gana «El ojo de oro» a mejor documental en Cannes El documental se proyectó dentro de la Quincena de Realizadores

«Allende mi abuelo Allende», gana «El ojo de oro» a mejor documental en Cannes

El galardón, que este año se entrega por primera vez a iniciativa de la Sociedad Civil de Autores Multimedia (SCAM), reconoce «el film muy personal de una joven cineasta que trata de romper el silencio que pesa desde hace décadas en su propia familia sobre el personaje legendario que era su abuelo».


La película Allende mi abuelo Allende, de la realizadora chileno-mexicana Marcia Tambutti, fue distinguida hoy con el premio «El ojo de oro» como el mejor documental proyectado en todas las secciones del Festival de Cannes.

Tambutti, nieta del difunto presidente chileno Salvador Allende, regresó a Chile en 2007 de México, donde se había exiliado su familia, para recoger los testimonios de su familia sobre la faceta más personal de su abuelo.

El jurado del premio, dotado con 5.000 euros, está presidido por el cineasta franco-camoyano Rity Panh, junto al director francés Nicolas Philibert, la actriz francesa Irene Jacob, la productora siria Diana El Jeiroudi, y el crítico estadounidense Scott Foundas.

Allende mi abuelo Allende, que se proyectó dentro de la Quincena de Realizadores, es en opinión del jurado «un trabajo delicado que explora la intimidad de una familia con un gran pudor».

Un total de catorce documentales de todas las secciones del festival, incluidas las paralelas, entraban en liza para obtener este galardón.

«Yo tenía algo de miedo a abrir heridas. Creo que pararse y ver la vulnerabilidad de uno te hace más fuerte, pero entiendo el punto de vista contrario», dijo en una entrevista la directora a propósito de su trabajo.

Allende mi abuelo Allende

El documental Allende, mi abuelo Allende habla de una leyenda, pero podría ser de cualquier persona. Habla de una familia y de todas las familias, de los dolores que se callan y las imperfecciones que se olvidan, y quizá por eso conmueve como solo lo hacen las historias universales.

El eje de la película es difunto presidente Salvador Allende, pero, el estadista, el revolucionario, el icono de la izquierda latinoamericana quedará a un lado. En la pantalla aparecerán entonces el hombre y, sobre todo, las mujeres que lo rodearon, que se entregan a un ejercicio de valentía para hablar sobre lo que no podía ser dicho.

La autora del filme es su nieta Marcia Tambutti, que hace ocho años se dio cuenta de lo poco que sabía sobre su abuelo y decidió embarcarse en un viaje incierto, como explica en una entrevista.

Quien espere grandes revelaciones sobre Allende puede verse defraudado: la autora muestra más interés en las complejas relaciones familiares que en desvelar, por ejemplo, las continuas infidelidades conyugales del presidente o su ingente vanidad.

«Nunca oí a nadie criticarle», lanza en una de las primeras escenas del documental Tambutti, toda una declaración de principios sobre lo que viene después.

«Yo tenía algo de miedo a abrir heridas. Creo que pararse y ver la vulnerabilidad de uno te hace más fuerte, pero entiendo el punto de vista contrario», dice la directora, que tuvo que salir exiliada a México junto a su familia tras el golpe de Estado de 1973 y regresó a Chile para rodar el documental.

El título del trabajo juega con el sentido literal de la palabra allende para significar su intención de ir más allá del «abuelo icónico para centrarme en mi familia, que podría ser cualquier otra familia».

Aunque dice haberse sentido «atacada» por ciertas personas con miedo a desmitificar al personaje, confiesa que al inicio era eso mismo lo que más quería, aunque, en su propio proceso de transformación, acabó aceptando las «cualidades extraordinarias» de su abuelo, sobre todo su capacidad de seducción.

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