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Cuequeros de luto: la burocracia municipal y presión inmobiliaria fuerzan el cierre del Club Mataderos El sábado 17 de diciembre será el último «cuecazo»

Cuequeros de luto: la burocracia municipal y presión inmobiliaria fuerzan el cierre del Club Mataderos

«Lamentamos que los privados y autoridades no apoyen decididamente este tipo de instancias, y es más, y en muchas veces se les reprima, persiga y hostigue, como es nuestro caso», señaló el Club en una declaración. El mundo artístico lamentó el hecho.


El Club Matadero, uno de los lugares claves de la cueca en Santiago y elegido por la BBC como uno de los 10 lugares más importantes de América para el desarrollo del folclor, va a cerrar sus puertas, luego de no poder afrontar las exigencias municipales para poder seguir funcionando y por presuntas presiones de los dueños que buscan poder cobrar más con nuevos arrendatarios.

Según un comunicado difundido este lunes por el Club, buscará «nuevos caminos, donde nos dejen trabajar libremente, sin trabas, sin hostigamientos, ni imposiciones que hacen imposible el trabajo de personas libres y dignas».

Este sábado 17 de diciembre habrá un «cuecazo» de despedida, entre 12:00 y 21:00 horas, con diez grupos en escena, en el a estas alturas ya legendario local de avenida Santa Rosa 2260, esquina Placer (Metro Franklin).

Los miembros del Club ya están buscando una nueva casa, «que nos permita realizar nuestra labor de una manera más libre y digna», dice la declaración.

«Soñamos con un Club Matadero donde los podamos recibir con una rica carta de comidas, tragos, talleres, con un espacio que siga siendo un lugar de encuentro para la creación y organización. Apenas la tengamos los invitaremos a todos a la inauguración del nuevo Club Matadero».

Viento en contra

Carlos Martínez, de Los Tricolores, habla de un «luto» porque está muriendo un lugar donde se practicaba la cueca, «un local de referencia» en medio del boom que vive el género. «Muere un pulmón donde se impartía cultura».

«Lamentamos que los privados y autoridades no apoyen decididamente este tipo de instancias, y es más, y en muchas veces se les reprima, persiga y hostigue, como es nuestro caso», señala el comunicado del Club.

Rosario Carvajal, concejal electa por Santiago, lamentó el cierre de «un lugar valioso, expresión de la cultura popular. Nunca existió un apoyo institucional, ni desde la municipalidad de Santiago ni desde el Consejo de la Cultura. Otros lugares emblemáticos como el ‘Huasco Enrique’ también están en peligro».

Agregó que es urgente generar una política comunal que reconozca estos lugares y los resguarde, contodo el apoyo necesario para preservarlos. «Nuestro compromiso, desde la concejalía, es buscar estos apoyos con el mismo énfasis que hemos tenidos desde las organizaciones que trabajamos por la cultura popular y el patrimonio de nuestros barrios».

Al cuequero Fernando Barrios, del grupo La Gallera, el hecho no le sorprende. «Nosotros estamos un poco acostumbrados a la persecución, y tenemos antecedentes históricos que avalan un poco eso. Por eso cualquier tipo de represión no nos da miedo».

«Tenemos plena confianza en que el Club va a seguir funcionando, por sobre los intereses de los privados o los políticos, que de alguna manera se han confabulado para que suceda este cierre, un cierre presionado, echando a un grupo de personas que han trabajado muy duro por mucho tiempo, generando comunidad en torno a la cueca y el folclor en general».

Barrios lamentó la falta de visión, en especial de las autoridades. «Recurren a nosotros cuando están en campaña, cuando necesitan sacarse una foto, pero a la hora de ponerse la camiseta siempre se censura y se persigue. No les conviene que esto siga creciendo, sobre todo cuando son independientes, lugares que no se casan con lo establecido».

Según la declaración firmada por el director del Club, Ricardo Silva, el local donde se ubica actualmente el Club Matadero no permite, por su infraestructura y decisión de su administración, «construir las instalaciones necesarias que nos permitan desarrollar libremente nuestro trabajo, por lo que hemos decidido irnos del local de Santa Rosa 2260, administrado por el Persa Santa Rosa».

Nacimiento

El club data de abril de 2010. El conjunto de música Los Republicanos de la Cueca recibió el ofrecimiento de ocupar las dependencias de la ex fábrica textil Musalem, ya que la familia propietaria buscaba llenar ese antiguo inmueble abandonado con actividades culturales.

Así nació el Centro Cultural Club Matadero, a manos de músicos que eran parte del circuito y que tenían como objetivo entregar un espacio para que la comunidad pudiera reunirse en torno a la cueca en un barrio históricamente ligado al género como es Frankin y los alrededores del Matadero.

Poco a poco se fue haciendo un nombre, no sólo por las fiestas de cueca, sino los talleres que había para la comunidad. Nadie se hizo rico: el dinero era para que el Club pudiera seguir funcionando. Era un ejemplo de autogestión, sin apoyo público ni privado.

Sin embargo, a la larga el hecho de vivir en un lugar ajeno, aunque fuera arrendado, le empezó a pesar. El 2016 ha sido un año extremadamente difícil: en mayo la Municipalidad de Santiago empezó a exigir una patente de «cabaret» para que el local pudiera funcionar. Los encargados no sólo se negaron -argumentaron que el club era un centro cultural, no una boite- sino que tampoco podían realizar las reformas que se les exigían a nivel de infraestructura, porque los dueños no lo permitían.

«Esta situación la hemos arrastrado ya casi siete meses, lo cual ha mermado nuestro proyecto y ánimo, por lo que hemos decidido irnos de ahí y buscar un lugar donde nos dejen trabajar digna y libremente», señala Silva en su declaración.

Artistas critican a privados

«Es una gran pena como proyectos exitosos, que han marcado una época y han sido capaces de generar tanta cultura y rescate patrimonial en la comunidad, se vean afectados por malas decisiones y falta de colaboración de privados que sólo buscar rentabilizar sin mirar las consecuencias», comentó al respecto Mario Rojas, escritor, cuequero y directivo de la Sociedad Chilena del Derecho de Autor (SCD), resumiendo el sentir de los artistas.

«La decisión de irse es la más sana mentalmente, pero es súper lamentable. La tracción del capital es más fuerte», coincidió Daniela Meza, vocalista del grupo Las Pecadoras. «Es triste ver cómo se pierde un espacio más de la cultura viva. Pelear tanto con este monstruo gigante que es la plata es difícil, sobre todo cuando ninguna institución te apoya, ni la municipalidad ni nadie. Los dueños del espacio querían subarrendar y eso te deja mucho más plata que tener un Club Matadero. Por eso tampoco lo querían que lo arreglaran. Como dueños quieren apelar a su bienestar económico».

Silva no quiso confirmar esta interpretación. «(Los dueños) nunca me lo han dicho personalmente. Además no nos interesa indagar en los motivos, sólo queremos irnos y empezar tranquilos en otro lado».

Agradecimientos

Silva quiere agradecer «a las miles y miles de personas que han visitado el Club Matadero a lo largo de estos casi siete años. Cientos de grupos, artistas, músicos, bailarines, poetas, han sido los que le han dado brillo a nuestra cancha. Han sido cientos y cientos las personas que han participado en nuestros talleres. Hemos promovido el turismo barrial, organizando la primera Ruta Patrimonial por el Barrio Matadero Franklin».

También destacó las decenas de actividades solidarias que se han realizado en el Club para ir en apoyo de personas u organizaciones de Santiago y Chile, «encontrando en nuestra casa un apoyo a sus problemas».

«Volvimos a retomar la Fiesta de la Primavera, llevando a las calles del Barrio Franklin la alegría, música y fiesta entre vecinos de Santiago», dice. «Son decenas y decenas las actividades que hemos realizado y seguimos realizando al día de hoy, promoviendo la cultura y la identidad de nuestras tradiciones populares latinoamericanas».

La pianista Gloria Arancibia, de Los Paleteados del Puerto, confía en que «los cambios sean para mejor. Donde vayan llevarán el espíritu del Club, porque la esencia son ellos. Ellos brillan solos. Nosotros queremos mucho a Ricardo y sabemos lo que es capaz de hacer»

«El Club Matadero no debe ser sólo un lugar, sino un espíritu», concluye el actor Daniel Muñoz, quien ha hecho cueca con Los Marujos y 3×7 Veintiuna. «El viejo Nano decía ‘una cueca bien hecha se ajusta a cualquier melodía’… si cuesta un poco, hay que ponerle ripio o recoveco, buscarle el ajuste hasta que salga…  para eso ustedes son rotos chilenos. Cuenten conmigo».

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