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Amaro Labra: «Yo no quiero destruir a Scaramelli, ni a la SCD, lo que quiero es que se democratice y se haga más transparente» Denuncia ante la Fiscalía quedó caratulada como investigación por estafa

Amaro Labra: «Yo no quiero destruir a Scaramelli, ni a la SCD, lo que quiero es que se democratice y se haga más transparente»

«Aquí tiene que entrar un equipo investigador distinto de gente independiente a la administración de la SCD», afirma tras el reporte de una auditora que estimó que no hubo irregularidades por los 162 millones que obtuvo el ex presidente de la entidad durante sus dos años de mandato por concepto de derechos de autor. «Tengo más datos que sólo se los daré al fiscal», añade.


Amaro Labra, el músico del icónico grupo Sol y Lluvia, se tiró a la piscina. Ante la división existente al interior de la comisión investigadora de los socios de la Sociedad Chilena de Autores e Interpretes musicales (SCD) -que integra- por los millonarios ingresos por concepto de derechos de autor que obtuvo durante su presidencia su colega Alvaro Scaramelli, el músico presentó el lunes una denuncia penal ante el Ministerio Público.

La investigación fue asumida por el fiscal jefe de Ñuñoa, Felipe Sepúlveda Araya, y el caso quedó caratulada bajo la figura de estafa. En los próximos días, la Fiscalía deberá informar a Labra si persevera o no en la investigación. Aunque la denuncia no está dirigida a nadie en particular, de seguir adelante podría llevar a juicio y condena de Juan Carlos Durán, actual director general de la SCD, en su calidad de representante legal de la entidad.

El fiscal Sepúlveda es conocido por el caso del ataque incendiario a cuartel de la PDI en Providencia en 2014, en el cual tres estudiantes fueron condenados a cinco años de libertad vigilada, así como el caso de la muerte del subteniente de Carabineros David Silva.

Traje a la medida

No es la primera vez que Labra integra una comisión revisora de cuenta. Antes había hecho lo mismo al interior de la SCD y en la labor de autogestión que desempeña su grupo desde hace más de tres décadas.

Sólo accedió a hablar con este medio después de la última asamblea realizada por los socios de la SCD el miércoles en la sala del Mall Plaza Egaña, donde se trató de explicar cómo durante su mandato de 2015 a 2017 el hace poco renunciado Scaramelli obtuvo 162 millones de pesos por concepto de derechos de autor.

En este caso, Labra integró la comisión junto a sus colegas José Alfredo Fuentes, Hugo Moraga, José Ureta, Eduardo Peralta y Hugo Morales. Para llevar a cabo su cometido, la comisión contó con la asesoría de la auditora externa Echeverría & Llanos, que anteriormente auditó a la SCD, y que entregó tras dos semanas un informe que según Durán demuestra que no hubo ninguna irregularidad dados los términos en que fue contratada.

Labra señala que el viernes 21 el informe de la auditoría «no me llegó completo. Le mandé un mail a los auditores  y el domingo me llegó el resto de la información». Le aseguraron que no fue por instrucciones superiores, sino por problemas de tiempo. Sin embargo, aún así no puede revelar su contenido ni siquiera a los socios de la SCD.

Ante el informe de la auditoría, que recibieron tras dos semanas de investigación de Echeverría & Llanos, los miembros de la comisión se dividieron. Para unos, había errores en los procedimientos que llevaron a que Scaramelli obtuviera los millonarios ingresos. Para otros, como Labra, eventualmente pudo haber habido hechos que constituyen delitos. Por eso, tras realizar un análisis el fin de semana, decidió presentar una denuncia el lunes 24.

«La diferencia es que Hugo (Moraga) cree que hay errores, distorsiones», dice Labra. «Yo siento que hay una posibilidad de que existan, por las coincidencias que he ido captando, hechos que pueden constituir delito. He visto los datos (del informe de la auditoría) y creo que hay más que un error. Puede haber más, eso lo tendrá que investigar el fiscal».

Labra destaca que la auditoría fue contratada por la administración de Durán, en su calidad de director general de la SCD. Es decir, debía auditar a la administración de quien lo contrató. Para Labra, la administración impuso por contrato a la auditora unos términos restringidos que impedían llegar a fondo y revelar cualquier irregularidad.

«El trabajo estaba limitado de antemano. Podían investigar algunas cosas nomás. Hicieron el trabajo que les encargó Juan Antonio Durán, no la comisión. Esa es la diferencia», dice Labra, que señaló haber aceptado inicialmente a la auditora por desconocer estas restricciones. «Si la administración no deja funcionar la comisión como una comisión independiente, con una auditora independiente, no avanzamos. En estas condiciones no puede investigar».

Por otra parte, la comisión tampoco podía revelar los contenidos del informe de la auditora, por términos de confidencialidad impuestos por contrato.

«Este informe no nos sirve. No es un problema de la auditora. El contrato está hecho por Juan Antonio Durán con la auditora y ellos cumplen con la persona que los contrata», dice. «Yo estoy convencido de que los datos no son suficientes para llegar a determinar lo que dicen que determinaron».

Decisión dolorosa

Labra asegura que presentar la denuncia fue difícil. Se ha jugado el pellejo, porque nadie lo ha apoyado públicamente. Es comprensible: hay miedo porque la SCD provee el sustento económico de muchos músicos, y además posee un formidable equipo jurídico.

«Tuve que tomar una decisión muy dolorosa, porque me estoy exponiendo un montón. Pero tenía el convencimiento que, como estaban las cosas, lo único que iba a conseguir de allí en adelante (en la SCD) es nada. No podía perder más tiempo. Aquí tiene que entrar un equipo investigador distinto de gente independiente a la administración de la SCD», afirma.

«Tengo más datos que sólo se los daré al fiscal», añade.

El término que le asignaron en la fiscalía es estafa, un delito que es castigado con multas y penas de prisión de hasta cinco años de prisión, lo que depende según el monto defraudado.

«Yo no quiero destruir a Scaramelli, ni a la SCD», concluye. «Considero a la SCD una herramienta súper eficaz. Lo que quiero es que se democratice y se haga más transparente. Sólo le estoy pidiendo al Ministerio Público, al Estado chileno, que me diga por favor qué es lo que está pasando «.

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