Presidente Piñera incorpora la palabra “universal” en su propuesta de “mínimos comunes” pero renta básica es ajustada a la baja

Un Ingreso Familiar de Emergencia universal, y un “bono o cheque de alivio” para las pymes son las dos medidas que el Presidente Sebastián Piñera puso finalmente sobre la mesa en el marco del diálogo por la agenda de mínimos comunes entablado con el Congreso.

Las medidas fueron develadas este miércoles en La Moneda luego de semanas de conversaciones que arrancaron el 30 de abril, cuando las mesas directivas del Senado y la Cámara se reunieron en Palacio con el Presidente, en medio de un clima de aguda crisis política por la falta de respuestas del Gobierno ante la situación del país.

Acompañados de representantes de pymes, beneficiarios del Ingreso Familiar de Emergencia y dirigentes de la sociedad civil, Piñera despejó así su propuesta, elaborada a partir de los insumos aportados por la oposición y el oficialismo en sus respectivos documentos, entregados el 12 y el 24 de mayo,  respectivamente.

En primer término, el Mandatario anunció la propuesta de un «Ingreso Familiar de Emergencia universal» –que mezcla el concepto del IFE implementado por su administración, más el «universal» de la renta básica universal que pide la oposición–. Este es equivalente a la línea de la pobreza y  llegará a siete millones de hogares, correspondientes al 100% del Registro Social de Hogares. Será pagado en tres meses: junio, julio y agosto.

“Solo los hogares pertenecientes al 10% de mayores ingresos del país, es decir, con ingresos por persona superiores a los $800 mil (…) no recibirán este beneficio”, precisó el gobernante.

Para las pymes, Piñera anunció un «bono o cheque» de alivio, que llega a un millón de pesos. Estas mismas personas y pymes recibirán un segundo bono, que se suma al anterior, equivalente a 3 meses de IVA, con un tope de dos millones de pesos.

Además, las pymes que tengan trabajadores suspendidos en función de la Ley de Protección del Empleo, recibirán un subsidio especial para pagar las cotizaciones previsionales de dichos trabajadores, por un plazo de 4 meses. Asimismo, las mujeres recibirán un bono adicional equivalente al 20% de los bonos antes mencionados.

En su intervención, el Presidente informó que ingresaron con máxima urgencia al Congreso los proyectos de ley con estas ayudas «para que lleguen cuanto antes a las familias de Chile» y le pidió al Congreso «analizar con buena voluntad y aprobar con prontitud” estas iniciativas. De todos modos, en el Congreso, los parlamentarios no tienen atribuciones para elevar las cifras.

«Este Gobierno no entiende el país que le ha tocado gobernar»

Una vez conocida la propuesta del Gobierno, la presidenta del Senado, Yasna Provoste –quien ha llevado la batuta de las conversaciones–, dijo que “los anuncios son débiles”, porque el Estado “puede hacer un esfuerzo mayor”. “El Presidente no dijo una sola línea respecto a las medidas sanitarias” y tampoco nada sobre el financiamiento de estos anuncios, recalcó.

En efecto, el Gobierno no despejó estos puntos y solo se anunció que “en los próximos días” se informará sobre “un Fondo de Salud para financiar el combate al coronavirus y reducir las listas de espera” y “un conjunto de medidas tributarias y administrativas para contribuir a financiar todas estas iniciativas”, según dijo el Mandatario.

«Este Gobierno no entiende el país que le ha tocado gobernar. Este anuncio demuestra que lamentablemente el valor del diálogo tiene poco espacio. Han resuelto presentar su propia propuesta disfrazada de la propuesta de sus partidarios», añadió Provoste.

Diferencias con la oposición

Apenas un par de horas antes de conocerse los anuncios de La Moneda, la presidenta del Senado había citado a un punto de prensa en el Congreso, apelando a que «las iniciativas del Presidente (…) se acerquen a las propuestas construidas desde la oposición».

Sin embargo, la propuesta gubernamental significa que un hogar de una persona recibirá un aporte de 177 mil pesos y un hogar de 4 personas recibirá un aporte de 467 mil pesos, un monto que está aún lejos de los 604 mil pesos para el mismo núcleo familiar que plantea la propuesta de la oposición.

La propuesta coordinada por Yasna Provoste se sustenta básicamente en una renta universal calculada sobre la base de la línea de la pobreza, recargada en un 30%, mientras la derecha puso sobre la mesa la idea de un Ingreso Solidario de Pandemia, que fundamentalmente propone ampliar el IFE de 80% a 100% del Registro Social de Hogares (RSH), la que ya había sido cuestionada por la presidenta del Senado, por mantener “la lógica del regateo, de las ayudas mezquinas”.