CULTURA

Diario alemán entrevista a organizadores de Galería Metropolitana: «Piñera vuelve a la retórica del estallido»

Acusaron al presidente de aprovechar la pandemia para contrarrestar al movimiento social gestado a partir del estallido del 18 de octubre. «Calificó a los manifestantes de criminales que querían robarse todo y llamó al pueblo a quedarse en casa porque había una guerra en las calles. Y hoy habla de unidad nacional y sobre un poderoso enemigo externo», criticó Ana María Saavedra.

El diario alemán Taz publicó este lunes una entrevista con Ana María Saavedra y Luis Alarcón, los responsables de la Galería Metropolitana de la comuna de Pedro Aguirre Cerda, donde estos acusaron al presidente Sebastián Piñera de aprovechar la pandemia para contrarrestar al movimiento social gestado a partir del estallido del 18 de octubre.

A fines de 2018, la Galería se había enfocado en un nuevo tema curatorial, «Estrategias para desviar el neoliberalismo», cuyo objetivo cuestionar el modelo económico vigente.

«Siempre trabajamos en una especie de programa colectivo en el cual invitamos a artistas, curadores, los vecinos y visitantes para una reflexión conjunta», señala Alarcón en la nota al diario germano.

Estallido inesperado

«Pudimos observar la solidez con que se estableció el modelo e incluso en nuestras discusiones no podíamos vernos fuera del mismo», comentó Saavedra. «La única posibilidad nos parecían espacios y quiebres mínimos. Pensamos que desmontar o acabar con el sistema era imposible. Pero en medio de las reflexiones nos sorprendió el estallido social del 18 de octubre de 2019. Fue algo totalmente imprevisto».

Ella había escrito en aquellos días: «es increíble lo que sucede. Pensamos que Chile se había hundido para siempre en un sueño profundo».

Saavedra recordó que una semana antes, el 11 de octubre, habían recibido a unos artistas suizos que querían investigar y trabajar el tema curatorial durante su estadía en Chile. Conversó con ellos y estuvieron de acuerdo en que era imposible cambiar el sistema neoliberal, «sobre todo porque la gente parecía no moverse, a pesar que estar mal. Y una semana después pasó eso. No lo podíamos creer».

Alarcón resaltó lo impresionante que fue ver cómo la dinámica cambió totalmente de un día para el otro.

«La gente salió a la calle, sobre todo los jóvenes. Creíamos que esta generación era apolítica y sólo estaba conectada con sus celulares. Nadie sabía qué pensaba y muchos los daban por perdidos. Afortunadamente fueron ellos los que impulsaron este movimiento y cambiaron el rumbo».

Para él también resultó interesante cómo cambió el sistema del arte y la cultura, ya que mientras las instituciones y museos permanecían cerrados, artistas autodidactas y consolidados salieron a la calle. «Todo Chile, especialmente Santiago, se convirtió en una gran obra de arte abierta», sin que ninguna pared ni monumento quedara sin intervenir.

Entre las exigencias del movimiento, Alarcón destacó la salud y educación. «Si no ganas suficiente dinero, no puedes pagar una buena educación. Y si tienes una enfermedad grave y no tienes dinero, puedes morir en lista de espera o en casa».

Para Alarcón, la Constitución aprobada en dictadura y vigente actualmente es la base de una injusticia social que se expresa brutalmente en todos los ámbitos de la vida diaria. «Por eso la mayor ganancia de los últimos sucesos es el referéndum para cambiarla», fijado hasta el 26 de abril hasta la llegada del coronavirus.

Irrupción del coronavirus

«Por la pandemia el plebiscito fue aplazado al 25 de octubre. Eso no sólo interrumpió las nuevas conexiones y la energía creada, sino reimpulsó en Chile el discurso del miedo», afirma Saavedra.

«Pero esta rebelión social en Chile es única. El movimiento nunca se detuvo, ni siquiera en el verano, en enero, en ferbrero, siempre había movilizaciones», afirma Alarcón, mientras Saavedra destaca que las protestas abarcaban todo el país.

Agregó que las protestas condujeron a la creación de asambleas para discutir la nueva Constitución, en los barrios, los sindicatos, las universidades y la escena cultural, «también en nuestra galería», para «debatir juntos sobre el futuro del país».

Consultados sobre las consecuencias de la pandemia en el proceso de democratización, los consultados fueron enfáticos.

«En vez de combatir la expansión del virus, el gobierno de Piñera administra la pandemia. Es obvio que usa la crisis para revertir el proceso en curso. Los canales de comunicación están dominados por alcaldes de derecha. Todos los días se ve en la televisión al ministro de Salud o a Piñera con las novedades sobre el Covid-19», dice Alarcón.

Para Saavedra es obvio que Piñera usa la pandemia contra el movimiento social. Más allá del confinamiento necesario, «Piñera vuelve a la retórica usada durante el estallido. Calificó a los manifestantes de criminales que querían robarse todo y llamó al pueblo a quedarse en casa porque había una guerra en las calles. Y hoy habla de unidad nacional y sobre un poderoso enemigo externo», criticó.