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Yellen remarca prudencia y flexibilidad de la Fed ante la subida de tipos, Wall Street celebra


La presidenta de la Reserva Federal (Fed), Janet Yellen, dibujó ayer ante el Senado de EE.UU. la prudente y flexible ruta que sigue el banco central ante la primera subida de tipos de interés desde 2008, que ahora sitúa como pronto para junio.

"Es poco probable que las condiciones económicas apunten a un alza en los tipos por al menos las dos próximas reuniones" del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, en inglés), dijo Yellen en su comparecencia semestral ante el comité bancario del Senado.

Las dos próximas reuniones del FOMC están previstas para mediados de marzo y finales de abril, lo que sitúa el encuentro de junio en el centro de la atención de mercados y analistas.

Sobre el hecho de que se haya eliminado la palabra "paciente" de un comunicado de la Fed sobre la posición ante este alza de tipos, actualmente entre 0 % y 0,25%, dijo que no significa otra cosa que el banco central prevé que "sea pronto el momento" de que se analice el inicio del ajuste monetario en cada una de las reuniones.

En otras palabras, la Fed tiene aún margen de maniobra y actuará con flexibilidad.

"La situación del empleo en EE.UU. ha estado mejorando en múltiples dimensiones", aseguró la primera mujer al frente del banco central, al comentar el paulatino descenso del desempleo en el país hasta el actual 5,7 %, una cifra no registrada desde mediados de 2008.

No obstante, advirtió que la economía estadounidense aun tiene puntos débiles.

"Demasiados estadounidense siguen sin empleos o con empleos peores de los deseados, el crecimiento de los salarios todavía parece ralentizado y la inflación permanece bastante por debajo de nuestro objetivo a largo plazo del 2 %", agregó Yellen.

La inflación en EE.UU. es del 0,7 % actualmente.

El banco central estadounidense cuenta con doble mandato de fomento del pleno empleo y estabilidad de precios.

Consultada por los senadores por la hipotética inyección de confianza que generaría una subida de tipos en la economía, la presidenta de la Fed se mostró una vez más cautelosa y en su intervención planteó los riesgos al alza y a la baja por igual.

"Nuestra subida de tipos será resultado de nuestra confianza en la recuperación y en que la inflación volverá a nuestro objetivo del 2 % con el tiempo, pero esa confianza estará basada en mejorías reales que observemos en las condiciones subyacentes de los hogares y los negocios", remarcó.

Por otro lado, observó crecientes datos de la consolidación en la economía estadounidense, que se expandió un 2,4 % el pasado año, el mayor crecimiento anual registrado desde 2010, y rechazó problemas para EE.UU. por la ralentización de China o la debilidad en Japón y la zona del euro.

"Creemos que los riesgos están equilibrados para las perspectivas de EE.UU. Tenemos un crecimiento lo suficientemente fuerte en la demanda y el gasto interno de modo que la recuperación parece estar en terreno sólido", señaló.

En el país, alrededor del 70 % de la actividad económica proviene del gasto de los consumidores.

Además, consideró que la bajada de los precios del petróleo, en general, supondrá un "empujón" económico para los consumidores del país, y apuntó a que la baja inflación se debe a condiciones "transitorias", por lo que confía en que eventualmente repuntará hacia la meta del 2 % anual.

Tras la conclusión de su discurso, los mercados se mostraban optimistas y Wall Street celebró un "hat-trick" y se apuntó tres tantos en una sola sesión, consiguiendo buenas noticias en sus tres frentes de preocupación -el petróleo, Grecia y la Reserva Federal- que se tradujeron en plusmarcas en el Dow Jones y el S&P 500 y avances en un Nasdaq que roza ya los 5.000 puntos.

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