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Raimundo Espinoza: «Han sido años malos para Codelco. Hay una profunda falta de liderazgo»


En cuestión de días se conocerán los nombres de los nuevos directores de Codelco. Una vez que se asiente la nueva mesa -de la que Raimundo Espinoza, histórico presidente sindical de Codelco, forma parte- partirán las definiciones y también una era en la que el gobierno de la presidenta Bachelet tomará el control total de la compañía.

Aunque la reforma al gobierno corporativo buscaba aislar la administración de la principal empresa pública del país de los ciclos políticos, Espinoza plantea que es imposible que esto se concrete, pues Codelco, al ser clave en la generación de recursos para los programas sociales, debe ser manejada con criterios políticos.

En ese contexto, una de sus últimas luchas es concretar la salida de Thomas Keller de la presidencia ejecutiva de la corporación. Asegura que para que esto ocurra ha hecho lobby a todo nivel. También busca que el Estado entregue recursos a la empresa, pero a su juicio eso requiere contar con una mesa ejecutiva que le dé confianza, lo que -a su juicio- no ocurre con Keller.

Ustedes han planteado con fuerza la necesidad de cambios en la presidencia ejecutiva de Codelco. ¿Cuál es el diagnóstico que hacen?
El planteamiento de todos los dirigentes sindicales es que debe haber un cambio en la plana ejecutiva de la empresa. Lo hemos planteado a todo nivel: a actores políticos y al gobierno. La empresa no se puede seguir manejando como se ha hecho hasta ahora. Hemos tenido dos paralizaciones en los últimos años; hemos llegado a firmar acuerdos, pero no se respetan.

Respecto de la gestión de Thomas Keller. ¿Han sido años malos para Codelco?
Creemos que sí.

¿Por qué?
Porque creemos que hay una profunda falta de liderazgo en esta empresa y ese es un problema que no es menor. Esa es la sensación que tiene el movimiento sindical en las distintas divisiones, no solamente en una.

Pero durante la gestión de Keller se han desarrollado los proyectos estructurales y se ha mantenido un buen nivel de excedentes.
Claro, pero es que hemos vivido un ciclo alto de precios. Y los proyectos tienen que hacerse, no hay marcha atrás. Pero hay críticas muy fuertes en ese sentido, sobre cómo se ha manejado la gestión en las distintas divisiones. 

Sobre el tema de los proyectos: hay un problema de falta de liderazgo entre las operaciones y los proyectos para poder hacer mucho más eficientes los proyectos en Codelco. Y eso depende del presidente ejecutivo. Él tendrá que asumir su responsabilidad.

¿Cómo se entiende que ustedes pidan recursos adicionales para Codelco y, por otro lado, haya una crítica a la gestión?
Esa misma pregunta nos hacemos nosotros, y por eso estamos diciendo que deben haber ejecutivos que tengan capacidad de liderazgo y que den el ancho para poder manejar esta empresa, porque esta no es una empresa cualquiera. Uno no puede cambiar cuatro gerentes en una división en cuatro años como se ha hecho. Acá se produjo un error muy grande con el recambio generacional, se perdió el expertise y el know how que tenía la gente. Eso es un costo que se está pagando hoy día. Y eso es producto de la política que se implementó. Eso es gestión.

En el tema de Salvador no podemos decir que no hay un problema de gestión cuando se pierde el concentrado y nadie se da cuenta. Tenemos fallas de gestión que son importantes. Y lo tercero: esta es una empresa bastante jerárquica, y hay que tener un presidente ejecutivo que sea capaz de tener liderazgo, no actuando con arrogancia y prepotencia, sino que siendo capaz de construir equipos en distintas divisiones. Creo que eso no ha ocurrido. Esa es la sensación que tiene el movimiento sindical. ¿Por qué hemos hecho dos movilizaciones en los últimos cuatro años? Hemos tenido que llegar hasta La Moneda para poder entrar en un proceso de diálogo. 

¿Cree que faltó liderazgo también a nivel político?
Pasa que hay muchos actores que no entienden que esta es una empresa del Estado y como tal tiene que manejarse con criterios técnicos y también con criterios políticos. Nadie puede desconocer eso. Esta no es la parcela de ningún ejecutivo de la empresa; esto no se administra como patrón de fundo. Esta es la empresa que entrega la mayor cantidad de recursos al Estado de Chile; los ahorros del cobre han salido de Codelco, por eso estamos planteando que hay que sacar recursos de ahí para financiar a Codelco. 

Han salido muchos actores diciendo  que esto no se puede hacer, pero las FFAA tienen US$6.000 millones ahorrados que también han salido de Codelco. Entonces tenemos que buscarle una salida política al financiamiento de Codelco, porque los proyectos tienen futuro, pero necesitamos plata. Y para eso se necesitan definiciones políticas. 

Se supone que la reforma al gobierno corporativo de Codelco era precisamente para separar el tema político de la administración. Que Codelco fuera una empresa aislada de los ciclos políticos.
Pero ¿cuándo se manejó el directorio con más criterios políticos? Ahora. Antes, el presidente de la República nombraba siete directores; ahora se nombran dos y dos por Alta Dirección Pública. Entonces, ¿se maneja con criterio político? ¡Para qué escondemos la cabeza como el avestruz!. Esta es una empresa que debe manejarse con criterios políticos, porque de aquí salen los recursos para los más necesitados del país.

Pero la idea original era que fuera de otra forma.
Cada uno puede dar su opinión. Nosotros como dirigentes sindicales siempre hemos planteado lo mismo. Estoy hablando como presidente de la Federación de Trabajadores del Cobre. No vengan a plantear el tema de que esta empresa no se maneja con criterios políticos: el directorio sí se maneja con criterios políticos y está bien que así sea. Pero también tiene que tener criterios técnicos, porque los proyectos tienen que ser viables. Estoy de acuerdo con que no se puede entregar plata a Codelco si no hay compromisos concretos con respecto al tema de productividad, eficiencia y desarrollo de los proyectos. Eso tiene que ser así. Y en eso estamos absolutamente de acuerdo. Pero tienen que hacer las cosas bien, sin responsabilizarnos a nosotros de los problemas que tienen ellos. Porque cuando hablamos de los contratos colectivos no los firmamos solos, llegamos a acuerdo. No los hacemos a la pinta nuestra.

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