La institución presidida por el sacerdote Nicolás Vial lleva casi 20 años trabajando en la rehabilitación y reinserción de personas en conflicto con la ley o delincuentes, y en conjunto con sus familias y una de las conclusiones fundamentales es que no hay rehabilitación ni reinserción laboral si las personas, empresas u otros no están dispuestos a confiar precisamente en la rehabilitación y dar oportunidades laborales a este segmento.