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Elecciones en Costa Rica: el candidato oficialista Carlos Alvarado Quesada gana la presidencia en comicios marcados por debates sobre la religión y el matrimonio igualitario

Elecciones en Costa Rica: el candidato oficialista Carlos Alvarado Quesada gana la presidencia en comicios marcados por debates sobre la religión y el matrimonio igualitario

El candidato oficialista Carlos Alvarado gana la presidencia de Costa Rica en elecciones marcadas por debates sobre la religión y el matrimonio igualitario


El candidato oficialista Carlos Alvarado Quesada ganó este domingo los comicios presidenciales en Costa Rica, tras una carrera electoral que expuso profundas divisiones en el país en torno la religión y el matrimonio homosexual.

De acuerdo con el Tribunal Supremo de Elecciones, el representante del Partido Acción Ciudadana (PAC) se impuso con más del 60,74% de los votos, frente al 39,26% de su contrincante, el predicador evangélico Fabricio Alvarado, de Restauración Nacional.

Con casi el 96% de las mesas de votación escrutadas, el ente electoral registró una participación del 66,9%, por encima de los pronósticos que vaticinaban un alto nivel de abstencionismo.

«Mi deber será unir a esta República para sacarla adelante. Una nación unida que brille entre las naciones», escribió el ganador en Twitter s tras conocer los resultados.

«Somos un país que necesita cerrar las brechas históricas que hay entre hombres y mujeres, estamos comprometidos con una agenda de igualdad, un país que debe dar igualdad a las personas con discapacidad, a las personas adultas mayores, una fuerte mejora para nuestra niñez», aseguró después al dirigirse a sus seguidores.

Un poco antes, Fabricio Alvarado reconoció su derrota.

«Felicito a Carlos Alvarado. Una vez dados los resultados del Tribunal Supremo de Elecciones, lo llamé, le di mis felicitaciones y le dije que puede contar con nosotros para poner a caminar la Costa Rica que todos amamos. Le envío mi respeto y mi cariño», afirmó.

Segunda vuelta

Los costarricenses eligieron a su presidente en segunda vuelta, entre un líder religioso, defensor de una postura conservadora, y un exministro oficialista, ahora ganador, sobre el que pesaba ser candidato de una formación política acusada de corrupción.

Fue la tercera vez en la historia que Costa Rica necesitó ir a una segunda ronda para elegir a su presidente.

Y es que, según las encuestas, a pocos meses de la primera vuelta en febrero pasado, ningún candidato se perfilaba como favorito y ninguno convencía más allá de su formación.

Las dudas llevaron a que 13 partidos presentaran sus propuestas, pero el alto número también significó una dispersión de las intenciones de voto durante esa primera ronda.

Entonces, el candidato del Partido Restauración Nacional, se colocó a la cabeza de los sufragios con el 24,78% de los votos, frente a los 21,74% del representante de Acción Ciudadana.

Pero para ganar la presidencia, se requiere un mínimo del 40% de los votos.

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Quién es Carlos Alvarado

Este político nacido en 1980 apenas cuenta con cuatro años de experiencia en cargos públicos.

Periodista de formación, se desempeñó como asesor de la bancada del PAC en la Asamblea Legislativa entre 2006 y 2010.

Luego pasó al Institute of Development Studies de Reino Unido; de ahí, ocupó un cargo de gerencia en Procter & Gamble Latinoamérica y fue el director de la campaña de Luis Guillermo Solís, el ahora presidente saliente.

Fue Solís quien le dio la oportunidad de estrenarse como funcionario público a inicios de este gobierno, cuando lo designó presidente ejecutivo de Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS).

Carlos Alvarado

También fue ministro de Desarrollo Humano e Inclusión Social y dos años después tuvo a su cargo la cartera de Trabajo, puesto que dejó a inicios de 2017 para inscribirse como precandidato en la convención interna de su partido y ganar con holgura.

Además de ser bachiller en Comunicación Colectiva y máster en Ciencias Políticas por la Universidad de Costa Rica, ostenta una maestría en estudios de desarrollo por la Universidad de Sussex, en Reino Unido, y ha publicado una recopilación de cuentos y tres novelas.

Como candidato presidencial le correspondió hacer frente a las críticas contra su partido por el «cementazo» o caso del cemento chino, el más sonado escándalo de corrupción del país, que se fraguó durante el actual gobierno y salpica a funcionarios de los tres poderes.

Mientras, sus simpatizantes le reconocen las propuestas sociales, educativas y ambientales, pero sobre todo su postura a favor de que la unión de personas del mismo sexo sea considerado legalmente matrimonio.

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El matrimonio igualitario

El curso normal del proceso electoral sufrió un cambio en enero, cuando el dictamen de una consulta realizada a la Corte Interamericana de Derechos Humanos alteró el panorama electoral.

Los debates no se centrarían a partir de entonces en temas como el creciente déficit fiscal, la criminalidad récord y la persistente pobreza en el país centroamericano, sino en torno al fallo.

La consulta validó las uniones del mismo sexo para los Estados miembros de la Corte, lo que obligaría de facto al gobierno de Costa Rica a permitir este tipo de uniones.

Y en Costa Rica, un país con una población de mayoría católica y conservadora, la opinión pública se dividió, el ala más conversadora se alarmó y los candidatos encontraron en el fallo una puerta para entrar al sector menos tolerante de la sociedad.

jovenes

Fabricio Alvarado aprovechó sus dotes de predicador y su influencia entre las comunidades religiosas para ganarse al sector más radical del conservadurismo costarricense.

Aseguró que desacataría la opinión de la Corte, lo que muy pronto lo ubicó entre los favoritos.

Cargó su discurso contra el derecho de las personas del mismo sexo a unirse legalmente, lo que llamó la «dictadura de género», y contra la homosexualidad, a la que consideró una «desviación».

Pero el auge de los conservadores también le dio impulso a Carlos Alvarado.

Alvarado

El candidato oficialista apostó por hacer más conservador su discurso y prometer estabilidad y experiencia para su gobierno, aunque también se mostró más abierto a las uniones del mismo sexo, lo que le ganó el rechazo del sector más tradicional.

El saliente mandatario terminará su gobierno el 8 de mayo.

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