Opinión

Las historias que nos contamos

Aunque algunas versiones logran acercarse bastante, lo cierto es que ninguna de las diferentes pandemias que el cine o la televisión nos han presentado, se aproximan realmente a lo que nos está tocando vivir o lo que vemos día a día a través de los medios. Sin embargo, a pesar de las dificultades propias del tele-trabajo, el desgaste de los padres con el home-schooling y la incertidumbre económica de los tiempos que vivimos, las cifras demuestran que nos estamos volcando en masa a la ficción audiovisual como forma de sobrevivir a la inquietud de la pandemia.

Las cifras son bastante elocuentes: Netflix, el gigante del streaming, ha aumentado sus suscriptores en 15,7 millones, es decir, más del doble que las propias predicciones de la compañía que rondaban los 7 millones. Curiosamente, buena parte de esos nuevos suscriptores proviene de los lugares más azotados por el virus: Hong Kong, Corea del Sur, Italia y España. Si hablamos de televisión abierta, Chile aumentó un 21% su audiencia, por debajo del 25% que promedia la región de acuerdo a cifras de Kantar Ibope. Al revisar lo más visto, tanto en streaming como en televisión abierta, la respuesta es la misma: ficción.

Una explicación simplista podría ser que huimos, que nos cobijamos en cuentos para escapar de la realidad. Sin embargo, la demanda por contenido relacionado con la pandemia muestra lo contrario: “Contagio” de Steven Soderbergh (director de “Erin Brokovich”, “Sexo, mentiras y video”, entre otras) se ubicaba en enero como la película número 270 en el catálogo de películas no-recientes de la Warner Bros. Considerando que se estrenó el año 2011, la posición era bastante normal. Sin embargo, en marzo de este año, la cinta protagonizada por Matt Damon saltó al segundo lugar de la misma lista, además de entrar en el top 10 de la plataforma iTunes y estar entre lo más buscado en Amazon Prime Video. Por otro lado, si revisamos los registros de Google, tanto en Chile como en el mundo los patrones coinciden: en marzo la búsqueda por la película explota.

Similar caso es el de “Historias de Cuarentena” de Mega, la primera ficción nacional en televisión abierta que aborda la situación desde nuestra idiosincrasia, con personajes reconocibles, como el anciano solitario (Héctor Noguera), el emprendedor arruinado (Fernando Godoy) o la enfermera en la primera línea de batalla contra la plaga (Paola Volpato). Aunque imperfecta (entendible por su producción en tiempo record), la trama se sostiene gracias a actuaciones que le han valido sentidos reconocimientos en redes sociales.

Más que un acto escapista, lo que vemos en cuarentena esconde una búsqueda. “Las historias son equipamiento para la vida” escribía el filósofo lingüista Kenneth Burke, en la medida en que tanto la tragedia como la comedia ofrecen los medios para darle un sentido o una lógica a nuestras existencias, de la misma forma que los proverbios o las fábulas de Esopo. “Cada obra de arte –escribía Burke– es una nueva palabra que se agrega a un diccionario informal” la cual, para el autor, nos ayudaría a lidiar con aquello que no conocemos, a ponerle nombre a ciertas emociones. Si bien es cierto que ninguna película o serie nos sirve de guía para enfrentar una pandemia en el sentido científico (aunque “Contagio” no lo hace mal), sí nos permite auscultar cierta urgencia por respuestas a los tiempos inciertos que habitamos. Aunque, como vimos, no sean necesariamente la solución precisa.

Así como la ficción se nutre de nuestra realidad, crisis como éstas demuestran que la ficción (el cine y las series) actúa como un árbol que –tras alimentarse de nuestro aliento– nos permite respirar y dormir un poco más tranquilos, tal como cuando un cuento era lo último que escuchábamos antes de dormir.