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Adelgazar…¿a qué costo?

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Por: Jorge Cienfuegos Silva


Pasa noviembre, con las consecuencias en las tallas de ropa que varios conocemos, y comienza la época de matrimonios, fiestas, actos, playa y un largo etcétera. Esto para la mayoría significa dos cosas: aceptación o dieta. Esta última, en algunas ocasiones es acentuada con el uso de medicamentos, especialmente si se esperan resultados «exprés». Sin embargo, los medicamentos, como lo hemos dicho muchas veces, pueden tener consecuencias indeseadas, y más aún si estos no son utilizados de manera segura o con la debida supervisión, comprándolos por ejemplo en las ferias libres.

Se entiende que las personas tienen una necesidad, que en este caso expuesto es adelgazar, sin embargo, ¿a qué costo?

Utilizar un medicamento sin la debida supervisión puede llevar a tener más problemas de las soluciones que buscamos. Seamos más prácticos: desde un problema gastrointestinal o un rash, a un problema cardíaco o la muerte. Claramente la receta no es solamente un trámite, sino una barrera sanitaria, que en algunos casos omiten o incluso falsifican, con tal de obtener el objetivo. Tenemos claro que «el fin no justifica los medios» en diversos ámbitos, sin embargo, existe una anomia por parte del sistema a una problemática que pone en tensión nuevamente al medicamento como un bien de consumo, más que por su finalidad sanitaria.

Si bajar de peso, que algunos lo identifican como saludable, implica un riesgo mayor, no estamos promoviendo lo saludable, sino lo instantáneo, superfluo y riesgoso. Creo que en este ámbito no existen respuestas tan fáciles.

Jorge Cienfuegos Silva, Presidente Colegio Químicos Farmacéuticos y Bioquímicos de Chile

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