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La Universidad de Chile y el desafío de la televisión pública Opinión

La Universidad de Chile y el desafío de la televisión pública

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Alicia Scherson
Por : Alicia Scherson directora, guionista y productora de cine de ficción.
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Es urgente que el país avance hacia la articulación de un gran sistema de medios públicos, en múltiples señales y plataformas, sumando a los medios universitarios, regionales y comunitarios, para construir la televisión que Chile se merece.


TVN es quizás el ejemplo más emblemático de las contradicciones del Chile postdictadura: un canal público en su misión, pero privado en su financiamiento, una quimera tensionada desde su origen por la exigencia de cumplir su mandato, sostener su autonomía y competir con los canales comerciales para autofinanciarse.

Reconociéndole a TVN los grandes programas que ha producido en su historia y los notables esfuerzos de muchos de los directores que han pasado por allí, así como la calidad de la señal secundaria NTV que sí se ha consolidado en el segmento infojuvenil con muy buena programación, es innegable que hoy la señal principal de TVN no puede considerarse cabalmente como televisión pública. 

Por supuesto, la crisis de la TV no es un problema solo de Chile. Los cambios en los hábitos de consumo, el viraje hacia el contenido personalizado de redes sociales y, más recientemente, la debilitación del valor de “lo público” –promovida activamente por los nuevos liderazgos globales– han afectado a todas las televisiones públicas del mundo. Pero muchas de ellas están logrando dar la pelea gracias a su sólida estructura de financiamiento estatal o mixto que garantiza su autonomía.

TVN, a pesar del esfuerzo de sus profesionales y equipos, ve cada vez más difícil hacerse cargo de la misión encomendada por ley: “Promover y difundir los valores democráticos, los derechos humanos, la cultura, la educación, la participación ciudadana, la identidad nacional y las identidades regionales o locales, la multiculturalidad, el respeto y cuidado del medio ambiente, la tolerancia y la diversidad”.

En este período eleccionario, algunos concluyen que la solución es cerrar por fuera. Esto equivale a vender el sofá de don Otto, porque la compleja situación de TVN no puede hacernos olvidar la relevancia que dicha misión original sigue teniendo para el país. La televisión pública no es reemplazable por ningún medio regido exclusivamente por intereses privados y es un pilar fundamental para cualquier democracia sana. 

Fue con esta convicción que, hace cinco años, la Universidad de Chile decidió recuperar la histórica señal universitaria y fundar UChileTV, un canal público y cultural que llega hoy a todo el territorio nacional a través de la señal abierta y todas las plataformas digitales. 

En estos cinco años hemos aumentado progresivamente nuestras audiencias y demostrado que existen millones de ciudadanos interesados en lo público, en el conocimiento, en las historias locales y en la cultura chilena. Nos hemos convertido en el principal espacio de exhibición del cine y la música nacional, de cientos de documentales grabados en todo el país, de series históricas, infantiles, dramas y comedias premiadas por el Fondo de Fomento del CNTV y hemos abierto un lugar relevante para la conversación informada y el debate democrático. 

Nuestra experiencia demuestra que, además de presupuesto, se necesita un sentido de misión innegociable. UChileTV funciona gracias al trabajo de un sólido equipo de profesionales y al esfuerzo sostenido de la Universidad de Chile, que entiende la comunicación y la difusión de la ciencia y el arte como parte de su compromiso con el país.  

Este año se conmemoran 65 años desde la primera emisión televisiva del canal universitario –el histórico Canal 9–, un 4 de noviembre de 1960. Aquel proyecto pionero nació con la convicción de que la televisión debía ser un bien público, al servicio de la educación y la cultura. Hoy, en tiempos de incertidumbre y crisis de la información, no podemos renunciar a esa convicción. Es urgente que el país avance hacia la articulación de un gran sistema de medios públicos, en múltiples señales y plataformas, sumando a los medios universitarios, regionales y comunitarios, para construir la televisión que Chile se merece.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.

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