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Corte confirma condena a ex agentes DINA por secuestros de dos ciclistas

En fallo unánime, el tribunal de alzada ratificó sentencia de de 10 años y un día de presidio para Manuel Contreras y Marcelo Moren Brito y cinco años para Osvaldo. Además, se deberá pagar una indemnización de $ 30 millones a la familia de Tormen.


La Corte de Apelaciones de Santiago confirmó una nueva condena a presidio contra el general en retiro Manuel Contreras Sepúlveda, esta vez como responsable máximo de la desaparición de los ex campeones nacionales de ciclismo Sergio Tormen Méndez y Luis Guajrado Zamorano, detenidos desaparecidos desde julio de 1974.



La Cuarta Sala del tribunal de alzada, en fallo unánime, ratificó la sentencia que había dictado en primera instancia el ministro Joaquín Billard Acuña y que había sancionado con 10 años y un día de presidio a Contreras y el coronel (r) Marcelo Moren Brito y con cinco años y un día de reclusión al ex agente civil Osvaldo Romo Mena.



El fallo, además, dejó a firme el pago de una indemnización de $ 30 millones a la familia de Tormen Méndez, desestimando una reparación para a los pariente de Guajardo Zamorano por considerar que las compensaciones recibidas tras el informe Rettig eran suficientes.



El abogado querellante Nelson Caucoto valoró el fallo del tribunal de alzada y recordó que la represión de la dictadura militar no tuvo respeto con ningún estamento de la sociedad, ya que en los casos de Tormen y Guajardo se hizo desaparecer a destacados deportistas por el sólo hecho de pertenecer a partidos de izquierda.



«Así como en el caso del ex agente de la DINA Guillermo Jorquera Henríquez no se respetó su calidad de miembro del Ejército, en este caso ni siquiera se respeto a deportistas de elite porque Tormen y Guajardo era campeones nacionales de ciclismo y habían competido por el país a nivel internacional», dijo el profesional.



Agregó que «la brutalidad de la dictadura militar llegó incluso a castigar a nuestros deportistas más victoriosos, lo que es una prueba palpable de que el régimen de arbitrariedades no tuvo compasión con ningún estamento de la sociedad».



Sergio Tormen Méndez fue detenido junto a su hermano Peter, también ciclista y campeón de la Vuelta a Chile a mediados de la década de los ochenta, cuando se dirigían al taller de bicicletas de su padre, ubicado en San Dionisio 2554, de San Miguel, por agentes de la DINA.



A las pocas horas, Peter Tormen fue liberado por sus captores, quienes le dijeron: «Te vamos a liberar, pero tu hermano está metido en el tremendo forro», en alusión a la militancia en el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) que tenía su familiar.



En la noche previa, los mismos agentes habían detenido al dirigente poblacional Luis Guajardo Zamorano. quien también practicaba el ciclismo y era miembro del MIR.



Tormen y Guajardo fueron llevado al cuartel de la DINA de Londres 38 y luego a Villa Grimaldi, donde se su pierde su rastro, aunque sus nombres figuraron en las listas de las 129 víctimas del montaje de la Operación Colombo.



A los 25 años, Tormen era bicampeón nacional en 50 kilómetros y persecución. Ganó el circuito Rengo y el Jaime Eyzaguirre, fue segundo en la ascensión a Farellones del ’71, tercero en una doble Rapel, entre otros logros. "Me fui quedando en medio fondo y ruta, pero en el ciclismo nuestro no deberíamos especializarnos, pues significaría correr una vez a las quinientas", declaraba a la revista ‘Estadio’ en octubre de 1973. "Me gustaría correr la Vuelta de México, el Americano de Cali, volver a San Juan y estar en los Panamericanos del ’75", esbozaba.



En 1987 la situación de Tormen saltó sorpresivamente a la palestra cuando su hermano Peter, que al momento de su detención tenía 14 años, le dedicó su triunfo en la Vuelta Ciclística de Chile, la prueba más importante del pedal nacional por aquellos días.



Cuando Tormen ganó la prueba, convirtiéndose en el segundo chileno en triunfar en el tour criollo, fue consultado por los periodistas de Televisión Nacional de Chile a quién dedicaba su triunfo, respondió: «A mi hermano Peter, detenido desaparecido», y la señal oficial fue bajada sorpresivamente del aire.



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