El ministro del Interior peruano recordó que «cuando salió a la luz la denuncia del espionaje, se puso en duda la existencia de estas dos personas», los chilenos Adrián Bravo y Jaime López, quienes aparentemente actuaron como enlaces de Víctor Ariza.
El primer ministro peruano, Javier Velásquez, declaró que «la verdad se está abriendo paso», tras las declaraciones del ministro de Defensa, Francisco Vidal, que confirmaron la existencia de militares en retiro que contactaron al peruano Víctor Ariza, acusado de espionaje a favor de Chile.
Velásquez recordó que «cuando salió a la luz la denuncia del espionaje, se puso en duda la existencia de estas dos personas», los chilenos Adrián Bravo y Jaime López, quienes aparentemente actuaron como enlaces de Ariza.
«Ahora se reafirma que existen y la investigación determinará su nivel de responsabilidad», agregó el jefe del gabinete ministerial.
En la víspera, Vidal declaró que Bravo y López «son dos funcionarios en retiro de la Fuerza Aérea que trabajan en protocolo de relaciones internacionales».
Según las investigaciones en Lima, Ariza conoció a ambos cuando trabajó como agregado militar en Santiago hace unos siete años y coordinó con ellos la entrega de información militar secreta.
Velásquez resaltó la firmeza y la serenidad con la que el presidente peruano, Alan García, formuló esta denuncia el mes pasado y exigió una investigación de los hechos.
«La contundencia de las pruebas que hemos hecho llegar al Gobierno chileno nos da la razón sobre la existencia de un espionaje contra nuestro país», añadió el primer ministro.
Según Velásquez, «lo que va a hacer el Gobierno chileno es dar una explicación al Perú», tras haber recibido hace unas semanas un expediente de 300 páginas con copias de las comunicaciones de Ariza con sus contactos en Chile y su propia confesión.
