El parlamentario sostiene que es grave que siendo accionistas mayoritarios de la sociedad anónima, “no hayan hecho gestión alguna para desprenderse de sus acciones”.
El diputado DC, Gabriel Ascencio, pidió a la Contraloría que informe sobre un eventual conflicto de intereses que podría tener Sebastián Piñera y el subsecretario de Deportes, Gabriel Ruiz-Tagle, con Blanco y Negro, controladora de Colo Colo.
El parlamentario indicó que le parece grave que “siendo estas dos personas accionistas mayoritarios de dicha sociedad anónima, no hayan hecho gestión alguna para desprenderse de sus acciones y que, por el contrario, se hayan negado públicamente a dicha exigencia ética, al momento de asumir la condición de autoridades de la República”.
Ascencio señaló que Ruiz-Tagle en su calidad de subsecretario de Deporte le corresponde fiscalizar, junto a la Superintendencia de Valores, a Blanco y Negro, “del cual es el socio principal y, que a Sebastián Piñera, en su condición de Presidente de la República, le correspondió nombrar al Superintendente de Valores y al Subsecretario de Deportes, quienes son los personeros obligados por ley a fiscalizar la sociedad de la cual ambos son socios mayoritarios”.
“Entonces podemos encontrarnos ante una clara infracción ética y legal incomprensible, que puede poner al resto de las sociedades anónimas deportivas en una clara desigualdad frente a aquella que representan estas autoridades que, como es lógico, pueden mejorar sus patrimonios personales a través de los negocios o utilidades de Colo Colo, en desmedro de las demás”, sostuvo.
Además, afirmó que le corresponde en su condición de subsecretario del Deporte, de acuerdo a la ley, “aprobar los proyectos que se presentan a través de la Ley de Donaciones, y que en caso de ser aprobados y ejecutados gozan de franquicias tributarias”.
“Tengo entendido que la Sociedad Anónima Deportiva Blanco y Negro, de la que son socios el Subsecretario y el Presidente, tiene a “Colo Colo Fútbol Joven” como la institución que presenta proyectos a través de esta ley, para que empresas privadas le entreguen recursos que pueden terminar dando beneficios o utilidades dobles: por un lado la sociedad anónima deportiva puede aumentar su patrimonio y la de sus socios, a través de los recursos obtenidos con los buenos resultados del proyecto y, las empresas donantes, recuperar gran parte de lo donado, haciendo uso de las franquicias tributarias, cuya recuperación alcanza a cerca del 60% del valor donado”, agregó.
“Esto que pudiera terminar siendo un gran negocio para todos los involucrados, y desvirtúa los objetivos de la ley de donaciones, podría terminar involucrando directamente a las dos autoridades que tienen intereses económicos en la sociedad aludida”, señaló Ascencio.
