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Larraín asume como senador designado y aumenta su poder en RN

Claudia Rivas Arenas
Por : Claudia Rivas Arenas Periodista de El Mostrador @crivasa
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Lejos de hacer un mea culpa por la reacción que mostró cuando la ex Presidenta Bachelet nombró a la entonces diputada Carolina Tohá (PPD) como vocera de Gobierno, el nuevo parlamentario oficialista expuso una actitud desafiante ante las múltiples críticas que se le realizaron. Particularmente por su par de Magallanes, el independiente Carlos Bianchi, quien no dudó en poner un letrero sobre su escritorio, durante la ceremonia de juramento, que rezaba: “¿De qué sirve el voto de los chilenos? Hoy la democracia vuelve a estar de luto”.


Con un “sí, lo juro”, el presidente de Renovación Nacional, Carlos Larraín, selló su ingreso a la Cámara Alta como senador designado, en reemplazo del actual ministro de Defensa, Andrés Allamand. Si bien el año 2009 el máximo dirigente de RN fue el más duro crítico a la decisión de la entonces Presidenta Michelle Bachelet de nombrar a la diputada Carolina Tohá como vocera de Gobierno, impulsando con ello la llegada de Felipe Harboe a la Cámara Baja, esta vez defendió su designación, argumentando que el Tribunal Constitucional resolvió en su momento la legitimidad de la polémica medida. Y mientras la derecha en pleno festejaba el ingreso de los nuevos senadores -pues también juró el representante de la UDI, Gonzalo Uriarte-, el senador independiente Carlos Bianchi fue el encargado de aguarle la fiesta al oficialismo.

Mientras parte de la familia de Larraín seguía atentamente la ceremonia, desde la primera fila de la tribuna, al senador por Magallanes no se le movía un músculo, observando desde su escritorio con un cartel sobre el mismo que rezaba: “¿De qué sirve el voto de los chilenos? Hoy la democracia vuelve a estar de luto”, expresión a través de la cual manifestó su repudio al mecanismo que contempla la ley para el reemplazo de los parlamentarios que por la razón que sea dejan su cargo.

Tan molesto estaba Bianchi que concluida la ceremonia sugirió “que a partir de ahora los partidos políticos no coloquen más los nombres de sus candidatos, basta con colocar el nombre del partido político para que simplemente la gente vote y luego ellos decidan quienes van a ser, o quienes no van a ser, los parlamentarios que los va a representar”, por lo que anunció que presentó un proyecto de ley que corrija esta situación “absolutamente antidemocrática”. Aún más, visiblemente molesto, Bianchi añadió que “cuando se señaló que no existían los senadores designados se le mintió al país. Hoy estamos asistiendo, una vez más, a esta figura de los nuevos senadores de papel, de los nuevos senadores designados”.

Aún cuando la situación fue, por decir lo menos, incómoda para Larraín por haber sido el principal crítico al polémico mecanismo, optó por no darse por aludido. Lejos de ello, dijo no considerarse un senador designado y que, por el contrario, “cuenta con toda la legitimidad que otorga la Constitución de la República (…), yo no caigo en esa denominación”. Incluso al recordársele que él se había opuesto duramente al mecanismo durante el gobierno de Bachelet, explicó que “efectivamente, nosotros fuimos críticos de la postura del gobierno de doña Michelle Bachelet en esta materia, pero desde entonces a esta parte intervino el Tribunal Constitucional, aclaró todas las dudas y que el procedimiento era constitucional y legal. Nosotros, en Renovación Nacional, no estamos por encima de la ley, pero tampoco estamos por debajo de la ley. O sea, podemos ejercer los derechos que la Constitución nos otorga”.

Larraín insistió en que su actitud no es incoherente, porque “las motivaciones del gobierno de Michelle Bachelet para hacer esas designaciones eran, a mi juicio, inadecuadas; y porque intervino una resolución del Tribunal Constitucional, que despejó todas las dudas que podía haber”.

Pacto de no agresión

En todo caso, en su propio partido reconocen que el timonel resultó ser el más favorecido con la designación, políticamente hablando, porque ya no sólo tiene voz, ahora también tiene un voto con el que podrá hacer valer su opinión de manera mucho más concreta que antes de ser parlamentario.

[cita]Karla Rubilar, Nicolás Monckeberg y Frank Sauerbaum, junto a otros diputados de la tienda siguieron con atención la ceremonia y felicitaron al senador designado minutos después del juramento. Esta señal de reconciliación se viene gestando desde hace varios meses y terminó por sellarse luego que el timonel cedió a la elección de Cristián Monckeberg como nuevo jefe de bancada.[/cita]

“Antes vociferaba, pero no podía hacer nada más porque al final somos los parlamentarios los que votamos. Ahora también tiene el voto”, dice un parlamentario de RN. Por otra parte, en la tienda admiten que “el poder que le da el hecho de tener un voto va a cambiar la relación con el gobierno”, aunque no se atreve a especular si esto será para bien o para mal. Pues en la tienda están concientes de que el cambio de Larraín por Allamand constituye un duro golpe a las posturas más liberales, legislativamente hablando.

Pero en términos partidarios, Larraín hizo la tarea, de manera de conciliar posturas con la disidencia de RN. De hecho, en la Sala del Senado también aplaudieron su asunción varios de los más destacados representantes de la línea opositora al timonel, como un gesto de unidad, dicen en la colectividad. Así, Karla Rubilar, Nicolás Monckeberg y Frank Sauerbaum, junto a otros diputados de la tienda siguieron con atención la ceremonia y felicitaron al senador designado minutos después del juramento. Esta señal de reconciliación se viene gestando desde hace varios meses y terminó por sellarse luego que el timonel cedió a la elección de Cristián Monckeberg como nuevo jefe de bancada, tras una larga y disputada elección con el representante de la línea más conservadora y cercana a Larraín.

Lo que se hizo, explica un diputado, fue “un pacto de no agresión” de manera de terminar con los enfrentamientos internos. Y reconoció que el timonel ha hecho esfuerzos para mejorar su relación no sólo con la disidencia, sino con todos los parlamentarios. Una muestra de ello, plantea otro legislador es que ayer, antes de la ceremonia, almorzó con la bancada de diputados, varios de cuyos integrantes se habían quejado el año pasado del abandono en que los tenía su timonel. Por lo que todo indica que, además del “poder total”, Larraín tendrá un partido ordenado. Todo, si no se presentan diferencias profundas en las discusiones legislativas que se vienen por delante, considerando el rechazo que el timonel ha manifestado a proyectos tales como el “Acuerdo de Vida en Común” que dejó ingresado Allamand y el de aborto terapéutico, que respaldan algunos de los diputados de RN y una de cuyas impulsoras es la actual ministra del Trabajo, la UDI Evelyn Matthei, y al que el dirigente de la tienda de calle Antonio Varas se opone tajantemente.

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