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«Los límites marítimos de Ecuador, Chile y Perú se trazaron en las Convenciones de 1952 y 1954»

El ex mandatario espera que la solución de La Haya sea ‘justa’, porque, a su juicio, “cualquier cosa que de ahí ocurra, puede generar una carambola”. De igual modo, lamentó el hecho de que “gobiernos en América Latina y el Caribe, cuando tienen problemas internos, se acuerdan de los límites externos”, en referencia al recrudecimiento de controversias sobre límites entre diversos países de la región.


“Ecuador definió sus límites marítimos con Perú en los años 1952 y 1954 de acuerdo a las Convenciones firmadas esos años de manera tripartita entre nuestro país, Perú y Chile”. En ellas se establece la paralela como límite marítimo, dijo, de ahí que “aspiro a que la solución de La Haya sea una solución justa. No puedo pronunciarme a favor de Chile o Perú, pero quiero que eso sea justo, porque cualquier cosa que de ahí ocurra, puede generar una carambola que afecte al Ecuador”, agregó.

Así de tajante se pronuncia el doctor Gustavo Noboa Bejarano, ex Presidente del Ecuador (2000 – 2003) en entrevista con El Mostrador TV.

El ex mandatario señaló, además que “lastimosamente los gobiernos en nuestra América Latina  y el Caribe, cuando tienen problemas internos, se acuerdan de los límites externos”, en referencia al recrudecimiento de controversias sobre límites entre diversos países de la región.

Consultado sobre la postura de quienes sostienen que las Convenciones sobre el Pacífico Sur suscritas entre Perú, Ecuador y Chile no establecen límites sino que son tratados de navegación, agrega.

“Siempre nos han preocupado esas frases, pero hemos sido muy claros en esto. Esos no son acuerdos de navegación o pesca, son tratados de límites”. Esto es una política de Estado y así ha quedado establecida en nuestro país, señala. Por lo mismo, si La Haya no reconociera ese hecho la situación podría complicarse, y reconoce que “me preocupa, y no vamos a estar tranquilos, hasta saber cuál es el final”.

El ex Presidente, antes de asumir la Presidencia del Ecuador fue ministro plenipotenciario de la Delegación ecuatoriana que negoció el cierre definitivo del problema limítrofe entre Ecuador y Perú en la Cordillera del Cóndor. Esta controversia provocó varios enfrentamientos armados entre ambos países desde 1941, el último de los cuales fue la llamada Guerra del Cenepa o de Tiwinza entre enero y febrero de 1995. De ahí su experiencia y sensibilidad sobre la necesidad que los países tengan una disposición al diálogo y a cuidar sus modos diplomáticos y los lenguajes del derecho en sus relaciones.

Política exterior, revolución bolivariana y anti-imperialismo

Lamentablemente, dice, estamos en un momento en que en política exterior, por parte de algunos países de la región, hay una sobre dimensión de ellas, donde “el gran hilo conductor podría definirse como una política anti-imperio” de lo que llama “los gobiernos bolivarianos y sus alegatos sobre la soberanía”.

Esa sobre dimensión se manifiesta en actos tales como “afuera las compañías extranjeras, las petroleras”. En el Ecuador, dice, se acaba de expulsar a la embajadora de Estados Unidos, declarándola persona non grata” generando un impasse que seguramente llevará tiempo. Eso nos lleva a un aislamiento regional, que es preocupante porque “repercute en temas de la inversión extranjera” y nosotros necesitamos inversiones para el desarrollo.

Hay que mirar no sólo las relaciones internacionales sino la política en general de manera nueva, de acuerdo a los nuevos tiempos que está viviendo la humanidad, sin anteojeras ni prejuicios, dice.

No al relativismo en la iglesia católica

Hombre de fuertes convicciones religiosas, el ex Presidente Noboa se manifiesta abiertamente en contra de los matrimonios homosexuales, no así de sus derechos, y se celebra el carácter rectificador del actual Papa en materia de ética y moral en la iglesia católica, como una barrera frente al relativismo moral y al mismo tiempo una defensa irrestricta de la verdad .

No titubea al referirse a las crisis desatadas por las denuncias de abusos sexuales y pedofília y se alegra que la Iglesia lo reconozca. “Es una infamia lo que han cometido algunos sacerdotes y eso no se puede aceptar. Tienen que irse  fuera de la iglesia y los tribunales penales tienen que sancionarlos”, dice.

Esto hechos no son un signo de los tiempos, sino “esto ha existido siempre, lo que pasa es que se ha ocultado. Lo que la iglesia católica está defendiendo hoy día es la verdad”.  Por ello valora las  declaraciones de de autoridades eclesiásticas chilenas pidiendo perdón a las víctimas.

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