El líder sindical estaría saliendo en medio de fuertes cuestionamientos al manejo financiero y político interno, lo cual ha causado un quiebre entre la actual directiva y alguno de los gremios que han puesto sobre la mesa la necesidad de transparentar los balances de dinero en un plazo de 30 días.
A pesar que legalmente no es el actual presidente de la CUT, Arturo Martínez, aún tiene una raigambre al interior de la multisindical que lo ha llevado a ser cuestionado por dos gremios importantes como son la Confederación de Trabajadores del Cobre (CTC), liderado por Cristián Cuevas, y la Confederación Nacional de Funcionarios de la Salud Municipal (Confusam).
Tales cuestionamientos son por el manejo financiero de la CUT, por lo que la CTC y la Confusam han advertido que dejarán la multisindical si en el plazo de 30 días la actual directiva no hace público sus balances financieros.
Ante tal amenaza, el propio Martínez ha señalado que no será candidato para un nuevo mandato en la CUT, afirmando de paso que no descarta volver intentar llegar a la Cámara de Diputados.
Según La Tercera, los dos gremios que están en contra de la actual directiva de la multisindical plantean hacer público el padrón electoral e implementar un sistema de elección universal para la CUT, adelantando incluso la fecha original programada para los comicios.
El sistema que actualmente se utiliza para designar a sus dirigentes es a través de un mecanismo indirecto, en el que 32 mil dirigentes electores emiten un sufragio ponderado en relación al número de sus representados, para elegir a los 45 miembros del consejo directivo nacional. Estos a su vez eligen al poder ejecutivo de 15 personas encabezado por el nuevo presidente.
Martínez reconoce la existencia de discrepancias internas, las cuales tienen su origen en dirigentes vinculados al PC como Cuevas y Esteban Maturana en la Confusam.
Sobre los dineros que maneja la CUT, Martínez explica que el presupuesto alcanza a 120 millones de pesos y que los ingresos provienen mayoritariamente de la cuota sindical y una parte menor, corresponde a la postulación de proyectos concursables en materia de formación sindical.
Otro de los cuestionamientos a la directiva es la pérdida de liderazgo en su rol catalizador de las demandas sociales y como interlocutor ante el gobierno.
Según la timonel de la Confusam, Carolina Espinoza, se aprecia que la CUT no se ha modernizado tanto en el manejo administrativo como en relación a la interpretación de los movimientos sociales.
Por su parte, Cuevas precisa que la multisindical se encuentra “anclada a un modelo de conducción política estructu5rado durante las administraciones de la Concertación y que hoy no está a la altura de la mayor efervescencia ciudadana ante una nueva realidad política, con la derecha en el gobierno”.
Martínez se defiende ante los ataques, afirmando que la CUT no ha perdido protagonismo, lo cual quedará demostrado en el paro nacional convocado para el 24 y 25 de agosto.
Tras la decisión de Martínez de no volver a presidir la multisindical, varios nombres han comenzado a aparecer como sucesores de quien estuvo al mando de la CUT por doce años como es el caso del propio Cristián Cuevas como del dirigente de la Federación de Profesionales de la Salud (Fenpruss), Claudio González o el timonel de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (Anef), Raúl de la Puente.
