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Estudiantes se imponen en masiva marcha y apuntan a presionar agenda legislativa de Beyer

Felipe Saleh
Por : Felipe Saleh Periodista El Mostrador
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“Los canales de diálogo se abren en momentos de fuerza y este es uno de esos momentos”, dice un dirigente universitario para ilustrar el buen momento del movimiento luego de la marcha de ayer, después de la cual —según ellos— la posición del ministro de Educación queda muy debilitada; en especial, porque la batería de proyectos de ley con la que llegó en marzo, está completamente entrampada. Hacia allá apuntarán ahora sus dardos para acercarse a sus demandas.


Siempre habrá una diferencia entre lo que dice Carabineros y los organizadores respecto de la cantidad de personas que asisten a una marcha. Los organizadores de la Marcha Nacional por la Educación que se efectuó ayer en varias ciudades del país, cifraron en 150 mil los asistentes en Santiago. Mientras Carabineros informó que por el trazado dispuesto por la Intendencia Metropolitana pasaron 50 mil personas.

Más allá de las cifras hubo acuerdo en que la convocatoria fue un éxito en volumen de personas y, como pocas veces, en que la manifestación estudiantil tuvo un carácter pacífico.

Por eso el ambiente ayer en la sede de la FECh, donde los dirigentes ofrecieron una conferencia de prensa, era de completa satisfacción. Especialmente, porque la estrategia para aislar la violencia de las marchas resultó.

Un dirigente de la FECh lo explica de la siguiente manera: “Que la marcha fuera así de masiva y que los hechos de violencia fueran tan marginales, aunque los hubo, fue algo que se preparó durante mucho tiempo”.

La reducción de la violencia

Desde las movilizaciones el pasado 8 de agosto, en que hubo buses incendiados y encapuchados haciendo destrozos, la Confech en reuniones sucesivas abordó una estrategia para reducir al máximo la violencia en las marchas. “Hubo una reflexión a nivel de asamblea, que se introdujo desde las dirigencias, para que los cabros se dieran cuenta que al Gobierno le servía mostrarnos adoptando la estrategia de la violencia a diferencia de las otras estrategias convocantes. Eso se fue fraguando en los Confech y en cada universidad entre medio”, relata el dirigente.

Otra medida que tomaron los universitarios, especialmente de la FECh y FEUC, fue recorrer a pie el mismo trazado —mucho más corto que los anteriores— antes de la marcha. Eso permitió verificar que no existieran “buses abandonados u otras cosas irregulares que dieran pie a violencia”, cuenta otro dirigente.

[cita]Por ahora, al interior de la Confech evalúan que la posición de Beyer está especialmente debilitada. Básicamente, porque ninguno de los proyectos incluidos en su agenda legislativa ha sido aprobado en el Congreso. Así, enumeran el proyecto de la Superintendencia de Educación, reforma tributaria o financiamiento de la educación, entre otros. [/cita]

Y el carácter pacífico de la marcha, reconocido por el Gobierno a través del vocero, Andrés Chadwick, y el ministro de Educación, Harald Beyer, no es poca cosa. Porque según evalúan los estudiantes, obliga al Ejecutivo a sentarse a conversar sobre los aspectos esenciales para el movimiento por la educación.

Noam Titelman, Presidente de la FEUC, destaca que la marcha de ayer demostró que la causa sigue siendo masiva y es una prueba de que el Gobierno ya no puede seguir evadiendo los planteamientos esenciales de los estudiantes.

“El ministro ha querido jugar con la estadística y con los números para decir que todo está bien. Que no hay crisis. Pero señor ministro, Chile se merece que empecemos a hablar en serio. Hay algunos elementos que hemos planteado que son totalmente realizables. Un proyecto de desmunicipalización de verdad, empezar a levantar esa discusión que está totalmente dormida en el Congreso, una fiscalización real del lucro, con un marco regulatorio que permita, por ejemplo, terminar con el lucro a las universidades. Un proyecto de carrera docente que se abra a la discusión de los actores involucrados y una discusión seria en la Ley de Presupuesto sobre el financiamiento a las instituciones públicas”, argumenta Titelman.

La presión sobre Beyer

De esta manera, el presidente de la FEUC resume los cinco puntos que son primordiales para iniciar el diálogo con el Ejecutivo, que hasta el momento está cortado. Estas exigencias fueron enviadas al ministro el pasado 28 de junio, pero según afirman al interior del movimiento, el secretario de Estado ni siquiera acusó recibo.

A diferencia del año anterior, dentro de las demandas de primera línea están las peticiones de los estudiantes secundarios. “El año pasado, como no colaboramos convirtiendo a los secundarios en un actor, nos metieron goles por ahí como la Ley de Calidad y Equidad. En cambio, si tenemos a los cabros proponiendo sus temas es mucho mejor”, opina un dirigente de la Confech.

Los estudiantes sostienen que, en rigor, “la Confech no ha sido recibida por el Gobierno este año, salvo cuando acompañamos a los estafados por el crédito Corfo, cuando Beyer los dejó pasar porque se dio cuenta que no hacerlo sería un gran error mediático. Pero no ha querido reconocer a la Confech como interlocutor válido, porque si lo hace va a tener que defender sus ideas, que tienen muy poco sustento”, reclama un dirigente universitario.

El dilema de los estudiantes después de la exitosa convocatoria de ayer es cómo convertir el éxito y la cohesión mostrada por el movimiento en cambios concretos. Por una parte, está la pelea que es necesaria dar en el Congreso. En ese contexto, un grupo de dirigentes —entre los que se cuentan Titelman y Gabriel Boric de la FECh—, partió a Valparaíso para asistir a la votación del proyecto de reforma tributaria en el Senado.

Paralelamente, la pelea para conseguir cambios sustanciales al modelo de educación es poniéndole presión al Ejecutivo.

Aprovechar el impulso

“La pregunta es cómo capitalizamos este éxito sacando al Ministerio de la evasión en la que está. Porque hay cosas que tenemos que sacarlas desde el Ejecutivo: todo lo que tiene que ver con recursos, con diseño de marco regulatorio y con dar pasos en el Parlamento para que se aprueben ciertas cosas. Entonces, el movimiento debe encontrar la manera de pasarle las fichas al Ejecutivo para entablar un diálogo y avanzar en los puntos esenciales. Los canales de diálogo se abren en momentos de fuerza y este es un momento de fuerza”, enfatiza un dirigente de la educación superior.

La tranquila marcha de ayer se debió en parte a un trabajo hecho por universitarios y secundarios en el seno de sus asambleas. Un grupo de la FECh y FEUC también recorrieron antes el trazado para verificar que todo estuviera en orden.

Por ahora, al interior de la Confech evalúan que la posición de Beyer está especialmente debilitada. Básicamente porque ninguno de los proyectos incluidos en su agenda legislativa ha sido aprobado en el Congreso. Así, enumeran el proyecto de la Superintendencia de Educación, Reforma Tributaria o financiamiento de la educación, entre otros.

Gabriel Boric es enfático respecto a la posición actual del gobierno en la discusión legislativa sobre educación: “Sus proyectos están entrampados porque no logran consenso social. Los proyectos no avanzan porque no cuentan con el respaldo de quienes los hemos puesto en el debate. A diferencia de lo que ha dicho Beyer nuestra posición no es del todo o nada. No estamos en posturas maximalistas, entendemos que los cambios no se logran de la noche a la mañana. Pero eso requiere la voluntad para transformar la esencia de la educación que tenemos hoy día. Ojalá que el Gobierno dé una muestra de humildad y terminemos con este teatro del absurdo donde parece que al final del día nadie se escucha. Ministro, usted tiene la palabra”, dijo el presidente de la FECh.

Este sábado habrá una nueva reunión de la Confech, esta vez en Santiago. En ella se va a evaluar la movilización de ayer y especialmente los pasos a seguir para aprovechar este nuevo aire del movimiento y sobre todo para poner presión sobre Harald Beyer. Por lo pronto, Eloísa González, dirigente de la ACES, que agrupa estudiantes secundarios, adelantó que “se vendrán más movilizaciones, más tomas de establecimientos porque creemos que debe existir una respuesta concreta de las autoridades y no sólo una respuesta con la represión de Carabineros o la represión de las autoridades políticas, que han respondido con su silencio”.

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