El Segundo Simposio de Reflexión Programática de los centros de estudio de la derecha será el escenario donde los abanderados de la UDI, Laurence Golborne, y Renovación Nacional, Andrés Allamand, se verán las caras hoy por primera vez desde que abandonaron el gabinete de Sebastián Piñera. Aunque según el programa no tendrán espacio para debatir y solamente expondrán sobre “la centro derecha de cara al futuro”.
A la cita llegan precedidos de la polémica suscitada al interior del oficialismo debido al que el gremialismo no tiene una postura única frente al proyecto de Acuerdo de Vida en Pareja, impulsado por el propio presidenciable de RN mientras era senador. Aunque en la tienda encabezada por Patricio Melero se esfuerzan porque no salgan a la luz las diferencias que pudieran existir con su candidato en materias valóricas, lo cierto es que los representantes de la casona de Suecia mayoritariamente se oponen a avanzar en esta iniciativa.
Tanto es así, que el gobierno modificó con propuestas de la UDI el original Acuerdo de Vida en Común para que el gremialismo accediera a aprobarlo, ya que desde RN no dudaban en recordar al mandatario que era parte de sus promesas de campaña. Sin embargo, aún así el Ejecutivo no consiguió el respaldo del partido más poderoso de la Alianza y optó por congelarlo, no poniéndole urgencia. Lo que en la práctica significa que la iniciativa podría seguir mucho tiempo durmiendo en la Comisión de Constitución de la Cámara Alta, encabezada por el senador UDI Hernán Larraín.
Ese escenario tenía tranquilos a los representantes del gremialismo. Porque no parecía que hubiera ninguna disposición de La Moneda de enfrentarse a la UDI por el proyecto. Sin embargo, para Renovación Nacional es un tema prioritario y emblemático, justamente porque lo sienten como un compromiso de su abanderado. Y, con el conocimiento que tienen de sus aliados, siempre sospecharon que la iniciativa que crea un vínculo entre parejas del mismo sexo, sin ser matrimonio, rompería la sintonía entre el aspirante de la UDI y el partido.
Algo que obviamente no comparten en la tienda de calle Suecia. En el gremialismo tienen la convicción de que el AVP no constituye un problema para la afinidad entre la tienda y Golborne. De hecho, un parlamentario recuerda que desde antes que la UDI definiera apoyar la candidatura del ex ejecutivo de Cencosud “las posiciones eran transparentes” desde ambas partes. Aludiendo a que tanto el ex ministro de Obras Públicas sabía lo que pensaba la UDI, como el partido conocía sus posturas, en los diferentes temas. Aunque los hechos muestren lo contrario.
De ahí que sea inevitable y, en la polémica pública haya quedado de manifiesto que, pese al pragmatismo con que decidió actuar el partido para asegurarse llegar con un candidato fuerte, hay quienes no están disponibles para hacer vista gorda a todo. Mientras el pasado sábado, cuando el consejo directivo ampliado confirmó el respaldo hacia el ex ministro, Melero no solamente subrayó que se le respetaría su independencia, sino que en reiteradas conversaciones con la prensa no dudó en destacar que entre el aspirante presidencial y la colectividad, fundada por Jaime Guzmán, había plena coincidencia en materia valórica y económica. Al punto que, aludiendo directamente al AVP, aclaró que ambos se oponen al matrimonio homosexual, pero que el gremialismo está abierto —y ha estado en otras ocasiones— a legislar respecto de aquellas parejas “hetero u homosexuales que optan por un camino distinto al del matrimonio”. Sin embargo, el diputado Arturo Squella declaró esta semana que “si Laurence Golborne quisiera incluir en su programa de gobierno avances que van más allá de lo que actualmente se discute en temas patrimoniales de las parejas, es evidente que sería muy difícil contar con la UDI en esa campaña. Es fundamental el compromiso que Golborne asumirá en el Consejo General de la UDI y tendrá que respaldar nuestra visión sobre cómo fortalecer la familia. Si eso no existe, tendremos una UDI desencantada con el candidato”, disminuyendo notablemente el margen de maniobra del abanderado.
Sin complejos
Bajo esta premisa, la presión de sus aliados para que el gobierno le ponga urgencia a la tramitación de la iniciativa no debiera generar problemas. No obstante, la reacción del gremialismo ante la sola posibilidad de que esto se concretara, demostró que la apertura tiene límites. A pesar de todo, o tal vez por la reacción de la sus socios, desde RN intensificaron la fuerza de la ofensiva y volvieron a pedir urgencia para la iniciativa y a Golborne que ordene a la UDI tras el respaldo a la misma. “Queremos pedirle al Gobierno que le dé urgencia al Proyecto de Vida en Pareja y queremos pedirle, también, al candidato presidencial de la UDI, Laurence Golborne, que ponga en la fila a sus parlamentarios y que la UDI no continúe poniendo obstrucciones y trabas para que este proyecto pueda verse”, fue el emplazamiento de los diputados liberales de RN Joaquín Godoy y Pedro Browne.
Un parlamentario que sostiene que su abanderado no tiene por qué pensar igual que la UDI en estas materias, y que podría llegar el momento en que para no perjudicarlo la tienda “se va a tener que quedar callada”, está convencido que “es el entorno de Allamand el que levantó el tema para perjudicar a Golborne. Pero el gobierno, finalmente, no se va a meter y no le va a poner urgencia al proyecto”. Y argumenta que si bien se dice que Chadwick se comprometió con los interesados a ponerle urgencia al AVP, “con nosotros también se comprometió a no hacerlo. Y como todos (en la UDI) tienen dudas acerca de su lealtad con Golborne, no va a querer quedar como el guaripola de la campaña de Allamand”.
Pero en la tienda de Melero hacen caso omiso. Incluso un parlamentario asegura que el AVP no es parte del programa de gobierno, por lo que la UDI no están obligados a respaldarlo. Al punto que un diputado admite que “no tengo ningún complejo en tener discrepancias” al respecto con Golborne y que si hubiera que votarlo en la Cámara, lo rechazaría. Su postura es bastante más común en la bancada de los que los dirigentes pretenden socializar hacia la opinión pública. Otro argumento para aclarar que Golborne no tiene por qué hacerse cargo de la postura del partido en esta materia es que si bien se ha mostrado favorable a la iniciativa, “no la anda promoviendo”, por lo que no aceptan que se le exija liderazgo para cuadrar a la bancada con su opinión.
Por otra parte, en la UDI se está abriendo nuevamente un flanco con el gobierno, pues lo responsabilizan de levantar el tema, cuando la vocera Cecilia Pérez se comenzó a reunir con representantes de distintos organismos que abogan por los derechos homosexuales y que promueven la aprobación del proyecto. Algunos también culpan, más directamente, al ministro del Interior Andrés Chadwick sobre el que recaen las sospechas del gremialismo de estar más cerca de Allamand.
Aunque no son todos los que están sobre reaccionando al debate, otros miran todo con extrema frialdad. Al punto que un parlamentario que sostiene que su abanderado no tiene por qué pensar igual que la UDI en estas materias, y que podría llegar el momento en que para no perjudicarlo la tienda “se va a tener que quedar callada”, está convencido que “es el entorno de Allamand el que levantó el tema para perjudicar a Golborne. Pero el gobierno, finalmente, no se va a meter y no le va a poner urgencia al proyecto”. Y argumenta que si bien se dice que Chadwick se comprometió con los interesados a ponerle urgencia al AVP, “con nosotros también se comprometió a no hacerlo. Y como todos (en la UDI) tienen dudas acerca de su lealtad con Golborne, no va a querer quedar como el guaripola de la campaña de Allamand”.
Diferencias insostenibles
Pese a todo, un diputado insistió en que “si se hacen muy insostenibles las diferencias (entre el partido y el candidato) la UDI se va a tener que callar”, porque lo que no va a ocurrir es que cambien de abanderado, asegura. Y añade que pase lo que pase, el Consejo General del partido va a confirmar a Golborne como candidato. Pero además admite que lo que quieren es sacar el tema de la agenda, porque sus aliados lo pusieron para perjudicarlos.
Todo indica que pese al rechazo de la iniciativa de parte de los patrocinadores de su candidatura, Golborne estaría dispuesto a respaldarla, al menos simbólicamente, porque sin los votos de la bancada su apoyo resulta infructuoso. Fue el propio Rolando Jiménez, presidente del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), quien aseguró a La Segunda que “el martes hablé con Laurence Golborne y me confirmó su respaldo al AVP. La semana pasada también hablamos y quedamos en que me llamarán para confirmar una reunión personal con él”.
En todo caso, el jefe de la bancada de la UDI, Felipe Ward, acusó a sus socios de RN de utilizar el AVP no para que se convierta en ley, sino como tema de campaña para perjudicar a Golborne. Adicionalmente reconocido que “estoy en contra del AVP, a mucha honra”, agregando que en la bancada existen dos posiciones al respecto, una que estima que aprobando el AVP se descomprime el debate y la presión sobre el matrimonio homosexual. Y otra postura, en la que está él mismo, que tiene la convicción de que apoyar la iniciativa es abrir la posibilidad del matrimonio homosexual, a lo que el partido se opone igual que Golborne.
