Opinión

George Soros: la conexión de Lagos y Hillary con Wall Street

Esta influencia en materias internacionales, desde Estados Unidos hasta Albania, desde el TPP hasta Ucrania, vuelve sumamente interesante al personaje Soros. Del mismo modo, invita a preguntarse sobre la doble estrategia que ha desarrollado él. Por un lado, es un filántropo que ha financiado múltiples iniciativas internacionales. Por otro, es un influyente lobo de la especulación financiera. Un hombre de Wall Street que está vinculado al corazón de la Concertación. Un especulador financiero que recibe homenajes de Máximo Pacheco, el hombre fuerte de la campaña de Ricardo Lagos. Un filántropo que envía instrucciones por mail a Hillary Clinton. Un multimillonario que ha desarrollado un conflicto personal con Donald Trump.

El nombre de George Soros aparece todos los días en la prensa internacional. Dada su relación con Hillary Clinton, y el surgimiento de los Wikileaks, Soros se ha vuelto un tema en sí mismo. En Chile, su nombre ha vuelto a figurar en los medios con creciente intensidad. Su influencia sobre la política chilena, no ha cesado durante los últimos 30 años.

Hay suficiente evidencia para establecer que, desde 1987 en adelante, Soros se vuelve un financista clave de la incipiente Concertación y luego “acompaña” a las elites dirigentes de este conglomerado. Su influencia llega al Gobierno de Ricardo Lagos y se proyecta más tarde en fundaciones y centros de estudio.

De ahí que las elites progresistas lo vean como un “hombre bueno” y participen, a través de sus organizaciones, en los concursos públicos que organiza la Open Society. A través de estos concursos, se entregan importantes montos de dinero para la promoción de los principios “liberales” a los que Soros y la Open Society dicen adherir. Entre las organizaciones beneficiarias, en Chile, destaca la Fundación Ciudadano Inteligente. Entre 2009 y 2015, Ciudadano Inteligente ha recibido de manos de la Open Society más de 880.000 dólares, equivalentes a unos 600 millones de pesos.

Soros: el húngaro global

Soros nació en Budapest, la capital de Hungría, una de las ciudades más cosmopolitas y virtuosas de la vieja Europa. Ante el azote del nazismo, su padre decidió ocultar el origen judío de la familia. Así se salvaron del Holocausto. Más tarde, terminada la guerra, el joven George pudo emigrar de Hungría. Su educación universitaria la desarrolló en Londres, en la London School of Economics. Por ende, tiene una formación continental y anglosajona de gran densidad. De ahí que, pese a ser un hombre de negocios, tenga una notoria sensibilidad artística y cultural. En la London School of Economics, fue estudiante de Karl Popper, uno de los intelectuales “antimarxistas” más relevantes de la época. De la lectura de los principios de la Open Society, así como de las opiniones de George Soros, se puede colegir cierta influencia intelectual de Popper.

En los negocios, Soros ha demostrado tener, desde joven, un especial talento para la gestión de capital financiero. Con una carrera vinculada a los bancos y los fondos de inversión, Soros destaca como uno de los “especuladores” financieros más exitosos de los últimos 50 años. Pese a ser un húngaro de clase media, hoy figura en el lugar 23º de la lista Forbes 2016. Dos años antes, en 2014, su megafondo Quantum Endowment fue declarado el más rentable de la historia, con un beneficio de 29.000 millones de euros, y el más rentable en un año, con 4.000 millones de euros de beneficios en 2013. Por ende, Soros es uno de los millonarios más relevantes de Europa y el mundo.

Dentro de sus intereses, se pueden encontrar inversiones en los cinco continentes. En España, por ejemplo, es dueño de la inmobiliaria Hispania, que fue una de las empresas que se benefició de la privatización de viviendas públicas. En combinación con Goldman Sachs, Soros se hizo de 2.935 departamentos en una sola compra. Esta operación público-privada está siendo investigada por el 48º Juzgado de Madrid. En España también tiene fuertes inversiones en los bancos Bankia, Iberdrola, Santander y Liberbank. Y participa de la propiedad de la eléctrica Endesa, que es hoy una filial de la italiana Enel.

En Argentina, desde 1997 tiene 400.000 hectáreas de tierras y es considerado uno de los mayores terratenientes del país. Gracias a estos fundos, su empresa Adecco Agro posee el 25% de la producción de alimentos del país. Durante más de una década, Soros ha sido accionista de la petrolera YPF. Ante la nacionalización llevada a cabo por Cristina Fernández de Kirchner, Soros redujo su participación, aunque aún conserva el 3,5% de la petrolera. Soros y su fondo Quantum también tienen intereses en la deuda argentina, lo que les llevó en 2014 a presentar recursos judiciales en la justicia británica para poder cobrar un vencimiento de los bonos por cerca de 257 millones de dólares. En total, los fondos de Soros llegaron a tener bonos argentinos por un valor de 1.600 millones de dólares.

España y Argentina son solo una muestra de la diversidad de intereses que Soros maneja a nivel global.

En Londres, es considerado uno de los causantes de la quiebra del Banco de Inglaterra (Bank of England). Esto, pues, en 1992, fue sorprendido en un ejercicio de especulación con divisas por un monto de 10.000 millones de libras esterlinas. Esta “pasada corta” le causó gigantescas pérdidas al Banco de Inglaterra en el llamado “miércoles negro” de septiembre de 1992. Más allá aún, en 1999, el destacado economista Paul Krugmann acuñó el término “Los Soroi” para referirse a los especuladores de divisas.

Recientemente, en agosto de 2016, Soros fue noticia en el Wall Street Journal. Si bien es conocido como uno de los principales inversionistas de la ciudad, esta vez Soros estaba en las portadas por apostar en contra del S&P, es decir, en contra del mercado. Desde entonces, todos los ojos se colocaron sobre él, así como sus millonarios aportes a la campaña de Hillary Clinton y su afrenta personal contra Donald Trump.

Soros, Pacheco y Lagos

A partir de 1986 en adelante, una serie de dirigentes de la oposición a Pinochet iniciaron contactos con Soros para recibir financiamiento. Así, por ejemplo, lo recordó Máximo Pacheco en noviembre de 2015. En una actividad en Nueva York, Pacheco realizó un “homenaje a Soros” que pasó inadvertido en Chile, pese a que fue reporteado por El Mercurio. En la ocasión, Pacheco señaló:

Cuando el plebiscito inscrito en la Constitución de Pinochet se vislumbraba más como una trampa que como una oportunidad, tú, George, apoyaste la realización de estudios y la de obtención de datos que nos entregaron información que se nos había ocultado por 17 años. En concreto, estos informes dieron luces, señala el ministro, sobre lo que los chilenos pensaban sobre sí mismos y sobre su futuro. Lo que ahí aprendimos fue crucial para la preparación del famoso programa televisivo de la campaña del No y para la victoria en el plebiscito que devolvió a Chile su camino democrático. Nunca podremos agradecerte lo suficiente por tu dedicación a la libertad y la democracia en nuestro país».

Este agradecimiento se refiere a las encuestas y estudios que se pudieron financiar gracias al aporte de Soros a la campaña del No. En las palabras de Pacheco se lee un profundo reconocimiento. Según consigna El Mercurio, el homenaje no terminaría allí:

Máximo Pacheco, militante del PS, destacó el rol de Soros en mejorar la relación del sector privado con Ricardo Lagos, cuando este ganó las elecciones en segunda vuelta en el año 2000. Según el hoy ex ministro, muchos de los grandes empresarios, «que tú, George, llamas ‘fundamentalistas económicos’, se mostraban entonces nerviosos» ante la llegada del primer Mandatario socialista después de Salvador Allende. Contó que Soros los apoyó en ese momento «para frenar y controlar los fantasmas y desarrollar nuestro espíritu empresarial en el contexto de la globalización». El ex ministro afirma que, más recientemente, el multimillonario sigue apoyando al país. En materia energética, «ahí estás tú nuevamente, empujándonos a liderar este esfuerzo de progreso y modernidad a través de las energías renovables».

En este reconocimiento, se pone de manifiesto un asunto hasta aquí desconocido: el rol de George Soros como “facilitador” de las relaciones de Lagos con los empresarios. Cabe recordar que, al final de su gestión, Lagos resultó ser “amado” por los empresarios chilenos. La participación de Soros, como gestor internacional, parece una pieza clave para entender el giro que representó el Gobierno de Lagos para la Concertación. Chile ingresó al mercado internacional de los tratados de libre comercio e intentó posicionarse en los fondos de inversión. El reconocimiento de Pacheco pone de manifiesto, a su vez, que los intereses de Soros siguen presentes en el país a través de proyectos energéticos.

Esto, a su vez, permite observar la figura de Pacheco dentro del Laguismo. Su rol es, cual torre, abrir filas y columnas de apoyos empresariales. Esto implica capitalizar su buena reputación luego de la gestión en materia de proyectos energéticos. En otras palabras, Pacheco es el hombre fuerte de Lagos en el corazón del empresariado.

El tenebroso señor Soros

¿Por qué habría de preocuparnos la influencia de Soros sobre el laguismo? Si nos atuviéramos al homenaje de Pacheco, no tendríamos razones para desconfiar de este generoso hombre. Sin embargo, la aparición de los Wikileaks y de los DCleaks, nos permite pensar en las estrategias globales de Soros.

A la luz de los 90.000 correos disponibles, se puede leer una directa influencia de Soros sobre Hillary Clinton. Aparte de los 10 millones de dólares en aportes de campaña, Soros aparece en determinados correos como un “jefe” de Hillary Clinton en temas específicos.

Por ejemplo, en lo referente a la crisis de Albania, Soros escribe correos electrónicos con claras instrucciones para Hillary Clinton. Luego de ocurridos los hechos políticos, pareciera que la voluntad de Soros se llevó a cabo de la mano de la ex Secretaria de Estado de Estados Unidos. Sumado a esto, han aparecido claros antecedentes respecto a cómo Soros ha intervenido en la tramitación del TPP.

Otra filtración de correos permitió conocer una trenza internacional que también involucra a un chileno. Según los correos filtrados, Soros intervino directamente en la crisis que sufrió Ucrania durante 2014 y 2015. Esta intervención, se materializó mediante el envío de diversos emisarios al país.

Esta influencia en materias internacionales, desde Estados Unidos hasta Albania, desde el TPP hasta Ucrania, vuelve sumamente interesante al personaje Soros. Del mismo modo, invita a preguntarse sobre la doble estrategia que ha desarrollado él. Por un lado, es un filántropo que ha financiado múltiples iniciativas internacionales. Por otro, es un influyente lobo de la especulación financiera. Un hombre de Wall Street que está vinculado al corazón de la Concertación. Un especulador financiero que recibe homenajes de Máximo Pacheco, el hombre fuerte de la campaña de Ricardo Lagos. Un filántropo que envía instrucciones por mail a Hillary Clinton. Un multimillonario que ha desarrollado un conflicto personal con Donald Trump.

Seguiremos leyendo el nombre de Soros en la prensa, nacional e internacional, pues parece estar en el centro de una nueva forma de hacer política global. La filantropía, anudada con los intereses especulativos, parece ser una táctica brillante. Durante décadas, esto se mantuvo en el secreto. Hoy, en la era de la transparencia y de los hackers, esas fibras político-económicas están a la luz del día.

Cabe pensar si acaso las elites progresistas, de los partidos y de la sociedad civil, debieran evaluar si seguirán recurriendo al generoso señor Soros para financiar sus proyectos.