Fue diputado de la UDI por 12 años. Luego subsecretario y después titular de Energía en la administración anterior. Sus relaciones transversales en la política lo llevaron a directorios estratégicos en el sector privado, como la asociación de concesionarias de carreteras y Canal 13. Ahora defiende a la poderosa industria de alimentos.
Rodrigo Álvarez Zenteno fue diputado de la UDI desde 1997 a 2009, cuando lo derrotó Marcela Sabat. Una de las promesas del gremialismo, reconocido en todos los sectores como uno de los parlamentarios más «dialogantes» del sector, fue presidente de la Cámara y durante su período en el Congreso construyó redes transversales. En el Gobierno de Piñera fue subsecretario de Hacienda y luego ministro de Energía, pero las diferencias con el gobierno sobre cómo enfrentar la crisis en Aysén, lo hicieron salir del puesto.
Sin embargo, en el sector privado, aprovecharon inmediatamente su capacidad negociadora y su amplia red de relaciones cultivada mientras estuvo en la política activa. Con este aval, fue nombrado director en Canal 13 cuando Luksic estrenaba un gobierno corporativo de la estación «cuoteado» al estilo TVN en 2012 y que, junto con Álvarez, integraban los ex ministros de la Concertación Alejandro Jadresic, René Cortázar y Nicolás Eyzaguirre.
Cuando el directorio en 2015 se redujo, Álvarez salió. Pero ya estaba en otro gremio, cuyo desempeño tiene un alto componente político: Copsa, la asociación de empresas que administran concesiones viales, las carreteras, donde estuvo poco más de un año, hasta 2014.
Precisamente ese año asume en un puesto que lo tiene ahora dando entrevistas en los medios. La presidencia de AB, la asociación de productores de alimentos y bebidas en Chile, que incluye entre sus miembros a las multinacionales Coca Cola y Nestlé.
Álvarez ha sido la voz del grupo en su ofensiva contra la ley de etiquetado, que entró en vigencia en junio de este año y que esta semana enfrenta uno de sus episodios controvertidos, a partir de la campaña que incluye a rostros de televisión y deportistas, remunerados, defendiendo el argumento de AB respecto de que la ley induce a confusión al etiquetar los ingredientes nocivos sobre la base de 100 gramos y no una porción.
«Nadie come 100 gramos de margarina al día», dijo Álvarez a El Mercurio, parafraseando a los que participaron en el video, entre otros la atleta Isidora Jiménez, el animador Luis Jara y la actriz María Gracia Omegna.
«Los límites extraordinariamente estrictos que el Minsal estableció no permiten a la gente diferenciar entre productos. Una galleta, un cereal o una conserva que puede tener el 50% de las calorías, del azúcar o del sodio de otro producto y, sin embargo, tiene la misma etiqueta», enfatizó, al tiempo que insistió en que, desde la asociación que representa, «la propuesta ha sido un llamado al diálogo a partir de experiencias concretas de personas que tienen problemas para entender adecuadamente el mensaje, para mejorarlo”
En el Minsal acusaron a la campaña de ser un elemento que confunde a la población. «Estimamos que AB podría sumarse a una campaña para prevenir la obesidad que está llegando a un 60% de la población. Esta es una ley que está siendo reconocida como beneficiosa en varios países del mundo que buscan replicarla», dijo la ministra Carmen Castillo.
Desde el Congreso, el senador Guido Girardi, uno de los principales promotores de la ley, acusó un boicot desde AB. “Es un organismo tras el cual se esconden transnacionales como Evercrisp, Carozzi y Nestlé, que es el principal instigador de esta operación contra la Ley de Etiquetado Nutricional”, afirmó.
Girardi agregó que interpondrá una denuncia internacional contra la suiza Nestlé. “Porque no aceptaremos que una empresa en función de sus intereses económicos pretenda cambiar una normativa elaborada por científicos chilenos, por el Instituto de Nutrición y Tecnología de Alimentos (INTA), por la sociedad Chilena de Pediatría, por la Sociedad chilena de Nutrición, por la Escuela de Salud Pública y por el Ministerio de Salud”, concluyó.