PAÍS
El ministro de la Segpres relativiza el nepotismo, asegurando que el hermano de Sebastián Piñera y el hijo del Ministro del Interior eran personas muy capaces para los puestos a los que fueron asignados, indicando además que «ser familiar no debe ser una ventaja, pero tampoco una desventaja».
Parece que una de las palabras que marcará a este gobierno será el nepotismo. En los casi dos meses que llevan al mando del país, al menos en dos ocasiones se les ha acusado: cuando Sebastián Piñera nombró a su hermano como embajador en Argentina y cuando el hijo del Ministro del Interior, Andrés Chadwick, asumió un cargo dentro de la Moneda.
Durante estos meses se han llenado de críticas, pero también hay quienes defienden a los afectados. Uno es el ministro de la Segpres, Gonzalo Blumel, quien en una entrevista en el programa Estado Nacional, de TVN, se refirió al tema, asegurando que «en algunas materias se pueden avanzar, quizás una buena razón para hacerlo es lo que ha pasado en los últimos días donde empiezan a pagar justos por pecadores. Donde en el fondo lo importante es la capacidad más que el vínculo familiar, éste no puede ser una ventaja a priori, pero tampoco puede ser una desventaja».
Blumel afirmó que «es un tema que uno entiende que causa inquietud en la ciudadanía. Nosotros tenemos una legislación que aborda esta materia, bien o mal la aborda, el estatuto administrativo establece restricciones, sobre todo en la dependencia jerárquica de los familiares establece ciertas reglas objetivas».
«Yo creo que ese es un tema que quizás hay que mirarlo con profundidad, sin oportunismo, porque en definitiva empiezan a pagar justos por pecadores cuando se castiga ante la opinión pública a personas muy capacitadas», sentenció.
