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La tienda del Frente Amplio está puesta a prueba, tanto en su estructura como en su definición como partido feminista. La denuncia lleva 9 meses en el Tribunal Supremo interno, una instancia cuestionada no sólo por su falta de celeridad, sino por la falta de formación de sus integrantes en materia de género. [ACTUALIZADA. ver N de la R al final de la nota]
Un caso que pone en tensión la institucionalidad y los principios mismos de Revolución Democrática agita en estas horas al partido integrante del Frente Amplio. Se trata de una denuncia de violación contra Gabriel Ramírez, miembro del consejo político de la colectividad.
El tema estalló en noviembre de 2017, y fue puesto en manos del Tribunal Supremo de RD. Fue suspendido de su cargo de consejero político el 7 de ese mes (*). Sin embargo, a 9 meses de conocida la denuncia, la colectividad aún no toma una decisión definitiva al respecto, una actitud que resienten sus militantes tomando en cuenta que se trata de un partido que ha enarbolado una agenda de género, según cuenta el reportaje de Es Mi Fiesta.
“El proceso ha sido lento, y esta falta de celeridad es una forma de revictimización», acusa Francisca Millán, consejera política nacional de RD, y militante del Frente de Género.
La denuncia contra Ramírez fue conocida en octubre-noviembre del año pasado, y corresponde a un episodio registrado el 28 de mayo de 2017 contra una estudiante identificada como F., integrante de la Unión Nacional Estudiantil (UNE).
Una vez que se conoció la denuncia, los encargados de Género de la UNE la pusieron en conocimiento de Revolución Democrática, donde se derivó al TS. Sin embargo, el tema sólo fue amplificado públicamente cuando la Vocalía de Género y Sexualidad (Vogesex) de la UDP expuso el caso.
Ramírez fue miembro de la mesa ejecutiva de la Federación de Estudiantes de la Universidad Diego Portales en 2014 y candidato a concejal por RD en Providencia en 2016. En medio de la polémica, congeló su militancia y dejó su cargo en el partido. Sin embargo, el congelamiento no está estipulado en la ley de partidos, y por lo tanto nominalmente sigue siendo parte de la tienda.
El caso ha puesto en evidencia las deficiencias estructurales de RD como colectividad. Por ejemplo, el TS cumple varias funciones además de ser tribunal de Ética, y de hecho en las últimas elecciones de consejo político actuó como Tricel. Además, cambiaron los integrantes de la instancia desde que fue ingresada la denuncia del caso UDP.
«Hay una falta de formación de los integrantes del TS en materia de género. Por eso, desde el Frente de Género se ha reiterado la necesidad de dividir las funciones de esta instancia”, comenta Millán.
Otra falencia es que en la época en que fue ingresada la denuncia, el partido no contaba con un protocolo de violencia de género. La norma interna recién en abril de este año entró en vigencia.
El 17 de diciembre, Ramírez interpuso en la Corte de Apelaciones un recurso de protección contra el representante de la UDP y la vocera de la Vocalía de Género y Sexualidad de la misma casa de estudios. El tribunal determinó que los denunciados se abstengan de realizar publicaciones en Facebook sobre los hechos.
Sin embargo, antes de la resolución judicial, el denunciado hizo sus descargos en esa red social, donde se declaró inocente y atribuyó la acusación que “estas orgánicas del movimiento feminista tienen una serie de consignas, y una de ellas es ‘amiga yo te creo’”.
“Quiero declarar públicamente que condeno toda forma de violencia sexual y con toda fuerza decir que esta acusación es absolutamente falsa” y al mismo tiempo comunicaba que daba un paso al costado de su cargo en RD “para enfocarse en proteger mi dignidad e integridad como persona”.
Para las feministas de RD, si bien la institucionalidad partidaria no ha estado a la altura, la dirigencia del partido debe demostrar voluntad política de resolver el caso, de acuerdo a la ética feminista que enarbola esta colectividad.
* N. de la R. En la nota original se publicó que el denunciado es consejero político de RD, en consideración que se encuentra suspendido de su cargo.
