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El religioso ya había cumplido una condena de 5 años sin poder ejercer labores sacerdotales, acusado de “conductas abusivas con menores y mayores de edad”, castigo que cumplió el pasado 5 de diciembre del año pasado. Pero, mientras se mantenía alejado de cualquier polémica, su nombre reflotó como uno de los acusados de cometer abusos ocurridos en colegios de la Congregación de Hermanos Maristas.
Se acabó la vida sacerdotal para Cristián Precht. El religioso ya había cumplido una condena de 5 años sin poder ejercer labores sacerdotales, acusado de “conductas abusivas con menores y mayores de edad”, pero ésta había terminado el martes 5 de diciembre de 2017.
El castigo de 5 años impuesto en ese tiempo por Ricardo Ezzati generó muchas críticas, porque indicaban que era muy poco castigo, pidiendo más años de sanción según constataba la Congregación de la Doctrina de la Fe.
Pero la cumplió. Y, mientras estaba alejado de la polémica, su nombre volvió a reflotar, sacudiendo nuevamente a la Iglesia, pues denunciantes de supuestos abusos ocurridos en colegios de la Congregación de Hermanos Maristas lo apuntó, con nombre y apellido.
Esa situación fue la gota que rebalsó el vaso, ya que la misma Congregación para la Doctrina de la Fe notificó al Arzobispado de Santiago que el Papa Francisco ha decidido, con fecha 12 de septiembre, «de forma inapelable, la dimisión del estado clerical ‘ex officio et pro bono Ecclesiae’ y la dispensa de todas las obligaciones unidas a la sagrada ordenación» a Precht.
En el comunicado, también se establece que «el obispo comunique a la brevedad la nueva situación canónica del afectado al pueblo de Dios».
