Salud

Ventas de videojuegos despuntan en cuarentena, ¿cuánto tiempo de juego es el recomendado para la infancia?

Los niños y adolescentes conforman el rango etario que más padece la adicción a videojuegos, dice especialista. Coincidentemente, son la población con mayor desocupación debido a la ausencia de clases. Un binomio que puede cimentar largas jornadas frente a la pantalla, cosa que se puede evitar.

La industria del videojuego ha sido una de las grandes ganadoras en periodo de cuarentena, al menos en lo que respecta a ventas. En la plataforma Mercado Libre, por ejemplo, las compras de estos productos han aumentado en un 246% en las últimas semanas. Algo parecido ha ocurrido en Europa, donde se experimentó un despunte del 63% durante la semana del 16 al 22 de marzo, según el grupo consultor Games Sales Data.

Noticias alegres para la industria, pero que se deben sostener con suspicacia en casa.

Los niños y adolescentes conforman el rango etario que más padece la adicción a videojuegos, dice la psicóloga y directora de Terapia Online, Francisca Espinoza.

Coincidentemente, son la población con mayor desocupación debido a la ausencia de clases. Un binomio que puede cimentar largas jornadas frente a la pantalla, cosa que se puede evitar.

Y una cosa hay que tener en cuenta: los videojuegos no tienen una cola y dos cachos sobre su caja; son una entretención como cualquier otra, pero en la que deben haber ciertas reglas claras, sobre todo para los más pequeños.

Recomendaciones

En primera instancia, Espinoza recomienda un máximo de una hora de juego al día. “En general siempre la recomendación es no sobrepasar una hora de pantallas en general, sean tablets, televisión, videojuegos, etc. Por semana, siendo generoso, no deben sobrepasar las 10 horas como máximo”, asegura.

Para la especialista, largas sesiones con videojuegos producirían en los niños y niñas una dificultad para internalizar lo que significa una relación interpersonal saludable.

“En un videojuego al personaje lo golpean, se cae, lanza objetos, pero es intangible el verdadero efecto de cada acción, lo que a la larga y en especial en niños más pequeños no logran de una manera adecuada poder internalizar lo que significan las relaciones saludables, ni poder ser empáticos por no medir las consecuencias de lo que esto implica en lo virtual. Los mensajes desde lo ‘no verbal” se pierde en las interacciones de los personajes», explica.

La psicóloga llama a los padres a tener una comunicación constante con sus hijos, a mantener rutinas y generar horarios con ciertas responsabilidades y obligaciones.

-Si los padres son muy restrictivos sobre el uso de videojuegos ¿Resultaría contraproducente para sus hijos e hijas?

No, al contrario, esto generaría una vida más saludable, equilibrada y con mayores herramientas en diferentes ámbitos, tales como la resolución de conflictos, una mayor capacidad de tolerancia a la frustración, como también mayor empatía en las relaciones en general.

-¿Qué hobbies, que no involucren el uso de pantalla, recomiendas desarrollar a niños/as y adolescentes durante cuarentena?

Las manualidades siempre son bienvenidas, se pueden utilizar materiales reciclables que hay en el hogar. Hay cosas simples en las que además podemos incorporar a los niños, actividades diarias como alimentar a la mascota, ordenar sus juguetes, cocina entretenida, juegos de mesa, lectura de cuentos.

¿Y los adultos gamers?

Con la modalidad de teletrabajo (o sin ella), muchos adultos pasan extensas jornadas frente a la pantalla del computador. Algunos de ellos son gamers, y encuentran en los videojuegos un ocio para los periodos de descanso luego del trabajo.

Espinoza recomienda que el descanso se desarrolle fuera de una pantalla. Sin embargo, enfatiza que, estando en cuarentena, “cada uno vive estos momentos de manera diferente”.

“Lo más importante es no estresarse, darse espacios de descanso y buscar lo que nos ayuda a estar tranquilos y a mantenernos en calma. El ejercicio en casa es una buena alternativa en adultos”, recomienda la psicóloga.

“Estamos viviendo una pandemia mundial, creo que nuestro foco hoy debe estar puesto en lo que estamos viviendo y el cómo nos sentimos más tranquilos y cómodos. Ya volviendo todo a su normalidad los hábitos se pueden reestablecer de acuerdo a las obligaciones y responsabilidades de cada uno. Mi invitación en estos días difíciles es a no sobre exigirse, regalonearse y evitar situaciones que nos restrinjan aún más”, concluye.