Opinión

Predicciones de modelos matemáticos sobre la expansión en Chile del Covid-19

El problema de cantar victoria en este momento, es complejo. Como lo señala el informe del doctor Collado, el comportamiento del virus depende de muchas variables, algunas de ellas desconocidas y, lo que sería aún peor, existe la posibilidad de que la gestión de los datos contenga errores sistemáticos, y por lo cual todo pronóstico estaría sub-estimando la magnitud de la epidemia.

Uno de los factores más dramáticos que enfrenta la humanidad con la pandemia del Covid-19, es la incerteza para predecir su comportamiento.

La ciencia ha sido la base sobre la cual hemos construido el tipo de civilización actual. Mediante el desarrollo y aplicación del conocimiento adquirido durante miles de años, hoy el “homo sapiens” conoce su posición e insignificancia en la escala del universo y, está a las puertas de emular lo que ocurre en el sol, con la utilización de la fusión nuclear como fuente de energía.

La creciente aplicación de la física cuántica en ingeniería informática nos anticipa una capacidad casi infinita de procesar datos y con alta probabilidad, emular el cerebro humano. Cuando estas dos aplicaciones científicas se tornen parte de la normalidad, nuestra civilización será distinta. Como lo es hoy, luego del uso masivo de nuevas tecnologías surgidas de la ciencia, los últimos 70 años.

El uso exitoso del conocimiento científico se sustenta en la capacidad de entender el origen y el comportamiento de procesos naturales o artifíciales y de poder constatarlos una y otra vez. Cuando esto ocurre, el modelo puede ser representado matemáticamente y se podrá predecir su comportamiento.

Hoy, parte importante del mundo científico está concentrado en entender como es y cómo se propaga el virus del Covid-19. Al entender como es, se podrá diseñar medicamentos y al entender como se propaga, se podrá tomar decisiones de corto y mediano plazo. Los gobiernos alrededor del mundo necesitan más que nunca una predicción matemática para tomar decisiones.

En Chile se han publicado modelos sobre los cuales se puede inferir un comportamiento de la epidemia. Sin embargo, se desconoce públicamente el rol que está jugando el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de Chile, dirigido por un Doctor en Biología Celular. Suponemos que este Ministerio está coordinando a científicos de distintas disciplinas para lograr entender el comportamiento del Covid-19 en Chile y sobre esta base, construir el mejor modelo posible con los datos disponibles. Con esto, suponemos, se están haciendo  recomendaciones sobre distintas opciones, para lograr reducir el número de muertos y evitar el colapso del sistema de salud.

Lo que perece estar más o menos claro, es que la expansión del virus está siguiendo una curva del tipo sigmoideo, o forma de “S”. Es decir, al comienzo el número de contagiados aumenta rápidamente y luego, a medida que se implementan acciones para detener el contagio, el aumento es menos pronunciado, para luego alcanzar un máximo y comenzar a descender.

Si los datos publicados por el Ministerio de Salud son los correctos, entonces se podría intentar crear un modelo matemático que permitiera predecir cuanto será el número máximo de contagiados y cuando se alcanzará ese máximo. Datos relevantes para la toma de decisiones a nivel regional y nacional.

El Doctor en Matemáticas Aplicadas, Felipe Collado, que reside en Barcelona, España, ha realizado un estudio con los datos comunicados por el Ministerio de Salud los día 29 y 01 de Abril del año en curso. Mediante la aplicación de las ciencias de las matemáticas, el Dr. Collado ha realizado los siguientes pronósticos sobre los escenarios posibles en Chile.

*Lea el estudio aqui

Con la información pública al 28 de marzo, se puede esperar un máximo de contagiados por el coronavirus Covid-19 de 160.000 personas y con 2.188 nuevos contagios cada día, aproximadamente. El máximo se alcanzaría en torno al 7 de mayo de 2020 y la epidemia duraría hasta finales de agosto, aproximadamente.

Con la información oficial comunicada hasta el 31 de marzo, se puede esperar que el número de contagiados aumentará hasta un máximo de 32.000 personas, con 600 nuevos casos diario, el cual se alcanzaría en torno al 17 de abril de 2020. En este caso la epidemia duraría hasta finales de junio, aproximadamente (Figura 1).

Las implicancias de uno u otro pronóstico son relevantes considerando que se estima que un 5% de los infectados deberán necesitar unidades de cuidados intensivos (UCI). La deducción es clara, si la evolución del contagio se comporta como el modelo obtenido en base a los datos al 28 de marzo, el colapso del sistema de salud es inevitable.

Sin embargo, si los datos utilizado hasta el 31 de marzo son los correctos, se puede inferir que las medidas implementadas por el gobierno están dando buenos resultados y se estaría aplanando la curva.

El problema de cantar victoria en este momento, es complejo. Como lo señala el informe del doctor Collado, el comportamiento del virus depende de muchas variables, algunas de ellas desconocidas y, lo que sería aún peor, existe la posibilidad de que la gestión de los datos contenga errores sistemáticos, y por lo cual todo pronóstico estaría sub-estimando la magnitud de la epidemia.

El comunicado entregado por el Ministro de Salud respecto de los contagiados en Ñuble, el día 2 de abril, no ayuda a mejorar la confianza en los datos, ni en las predicciones. «Hay un incremento en la Región de Ñuble significativo»…»Al abrir el laboratorio en la ciudad de Chillán, se produce un brusco aumento de casos que estaban atrasados y no reportados en el Hospital Grant Benavente y que se hicieron en el laboratorio de Chillán. Eso explica que, en vez de 20 o 25 casos que estábamos notificando para esa región, tengamos hoy día 82”.

Hoy se sabe que en torno al 20% de los infectados con el Covid-19 no presentan síntomas. Si a esto le agregamos que el número de contagiados conocidos depende directamente del número de análisis hechos a lo largo del país, una derivación simple señalaría que el número de casos reales debería multiplicarse por 3. En este caso, el pronóstico debería asemejarse más al realizado con los datos al 28 de marzo. Por el bien de todos, esperemos que no sea éste el caso en Chile.