Mascotas

Las mascotas se transforman en la expresión de cariño durante la cuarentena

Quienes tienen mascotas pueden abrazarlas y desahogarse emocionalmente con ellas, ya que «perciben nuestro estado anímico, nos apoyan y están a nuestro lado», dice especialista.

Perros o gatos se han convertido «ahora más que nunca» en confidentes y transmisores de felicidad para sus dueños. Así lo explica la directora general de Yaracan, Begoña Morenza, organización que se dedica a la terapia asistida con animales.

Las mascotas han logrardo que muchas familias o personas solas puedan sobrellevar con cariño la situación de reclusión en sus hogares y constituyen en estos momentos de confinamiento sanitario «una vía para la canalización de emociones y de abrazos», así como un medio para «hablar con ellos y poder desahogarnos».

Aunque sus beneficios «son los mismos que nos aportan siempre, ahora les damos todavía más valor» pues «compartimos con ellos confidencias, miedos o ganas de seguir adelante» y, además, «despiertan en nosotros la necesidad de cuidar de los demás», sobre todo en el caso de quienes viven solos.

Morenza apunta que «a veces da reparo levantar un teléfono y angustiar a quien te escucha» así que los propietarios de mascotas prefieren desahogarse emocionalmente con ellas, lo que ocurre «simplemente por el hecho de abrazarles o contarles cómo nos sentimos», ya que estos animales «perciben nuestro estado anímico, nos apoyan y están a nuestro lado».

Esta especialista recuerda que, pese a la necesidad de restringir las salidas a la calle, es necesario pasear a los perros diariamente «para que hagan sus necesidades y cambien un poco de ambiente», dado que «no están acostumbrados a permanecer confinados 24 horas al día».

Si bien los gatos son más caseros «hay que involucrar a las mascotas todo lo que se pueda» en juegos y rutinas porque las valoran «enormemente»: los felinos «se divierten y los perros realizan parte del ejercicio que no están haciendo, igual que no están socializando con otros canes».

Eso si,  hay que respetar su espacio y su descanso pues, insiste Morenza, «no son juguetes, son compañeros y familia» y, en ese sentido, hay que tomar también precauciones respecto a la posibilidad de que se vean afectados por el Covid-19.

«Aunque no transmiten el virus, pueden transportarlo en el pelo si una persona infectada en la familia le besa, le estornuda o tose encima», advierte.

Por eso sugiere usar «toallitas desinfectantes en hocico, cabeza, lomo y patas cuando vienen de la calle, porque han pisado por distintas zonas» y «es importante mantener su higiene por el bien de todos».

Vacunadas, desparasitadas y bien cuidadas, «las mascotas lo único que contagian es amor y alegría» y, en estos momentos, «una enorme compañía, una labor crucial y muchas veces invisible».

Además recuerda que al final de la cuarentena los animales pueden verse afectados, puesto que «ahora mismo están todo el tiempo con su familia y la soledad llegará de golpe cuando reanudemos la rutina», por lo que recomienda «procurar un tiempo de adaptación».