Señores vecinos, residentes y transeúntes

Señor Director:

Dirijo esta misiva a las personas mencionadas precedentemente, porque considero mi obligación darles a conocer la situación que afecta al conocido “Barrio Lastarria-Parque Forestal”. Este sector emplazado entre las calles Avenida Bernardo O’Higgins vereda norte, por el sur, calles Victoria Subercaseaux- José Miguel de la Barra, vereda oriente por el poniente, Avenida José María Caro, ribera sur del rio Mapocho, por el norte y Avenida Vicuña Mackenna-Parque Forestal, por el oriente, como es de conocimiento general se ha vuelto un polo turístico que atrae tanto a nacionales como a extranjeros.

Este sector que siempre ha sido eminentemente residencial, ha sufrido un cambio con el paso de los años que lo ha vuelto de interés turístico y no precisamente por su arquitectura, de por sí interesante, ni por su acervo cultural, que sin duda lo tiene, sino más bien por la oferta de hoteles, restaurantes, cafés y otras actividades que se han concentrado en él. Es del caso que con motivo de estos cambios, el barrio que por esencia es residencial aunque la gente lo ignore, ha provocado una serie de situaciones que han afectado a los residentes y en la actualidad a todos los vecinos y transeúntes.

En efecto, con motivo de incrementar el aspecto “turístico” del barrio, se instalan a diario y a cualquier hora, comercio ambulante, artistas ambulantes y lo más grave delincuencia. Sin embargo, lo que resulta verdaderamente grave en su grado superlativo, es la ausencia de vigilancia policial en el sector, esto ha conducido a situaciones tales como, que el comercio y los artistas ambulantes se instalen a cualquier hora, tanto en las veredas como en las calzadas, interrumpiendo el paso de la gente y los vehículos, colocando amplificadores para que todos escuchen su música, sin importar la hora que sea, vulnerando la Ordenanza 116 de fecha 28 de agosto de 2018 de la Ilustre Municipalidad de Santiago. Por otra parte hay que considerar que lamentablemente los locales instalados, también han pasado a ignorar dicha Ordenanza provocando ruido sobre los niveles permitidos y hasta altas horas de la noche, acogen además a los artistas callejeros para que entretengan a sus clientes, los que son remunerados por los parroquianos, sin que por parte de los locatarios haya desembolso alguno.

Como lo señalé precedentemente la ausencia de presencia policial en el sector provoca todas las situaciones descritas, y cuando ya los vecinos llaman a carabineros estos responden que tienen cosas más importantes que hacer que preocuparse de los ruidos, razón por la cual el barrio se encuentra en un total abandono, eso ha llevado a que la delincuencia se haya instalado en él, ahora resulta normal, los robos en los edificios residenciales, los robos por sorpresa, con intimidación y con violencia a las personas, amenazas, lesiones y hasta homicidios, todos los cuales ya han sido publicitados en los distintos medios de prensa; y cuando estos delitos son denunciados, la policía tampoco llega o lo hace tan tarde que simplemente no es de ninguna ayuda.
Tema aparte es la situación que vive el Parque Forestal, que carece de toda vigilancia y es un peligro circular por él, hace años carabineros hacía rondas permanentes a caballo, llevando perros o en bicicleta, eso hoy no existe.

Cabe señalar que el Municipio ha destinado a guardias municipales provistos de motos, radios y otros adminículos, frente a hoteles del barrio que ostentan numerosas estrellas, con el propósito de proteger a los pasajeros que llegan a hospedarse en ellos, y ello porque al parecer se llegó a un acuerdo con determinados establecimientos de comercio a fin de que éstos subsidiaran esta guardia especial, pero eso no es para el resto de la población, que no obstante pagamos impuestos, patentes municipales, contribuciones, retiro de basura, pero que lamentablemente somos tan sólo vecinos, residentes o transeúntes, los guardias municipales se encuentran apostados frente a dichos locales y no se mueven de allí.

Carabineros se excusa mencionando que carece de dotación suficiente, sin embargo ellos mismos hicieron un plan de “Denuncie Seguro” que lo publicitaron en los distintos barrios, sin embargo en la actualidad, se niegan terminantemente a tomar denuncias y dicen que todo tiene que ser por escrito, contradiciendo su misma propaganda y normativa legal; he de señalar que esta situación de la falta de dotación la alegan en todos los barrios de la comuna de Santiago, hace unos días se hizo un reportaje al sector del “Barrio Brasil” en donde se dijo que no podían tener vigilancia en la Plaza Brasil, por falta de personal y así ahí se traficaba droga sin ningún tapujo.

Con todo lo señalado quiero decir en definitiva a las personas que pretenden venir a visitar el “Barrio Lastarria”, que no lo hagan, su seguridad corre un grave peligro, a quienes quieren vivir en el sector simplemente “No vivan aquí”, su estancia será insoportable con los delitos, ruido constante que no permite el descanso, y el abandono por parte de la fuerza policial, la que no está en disposición de llevar a cabo las normas legales y ordenanzas municipales, las que han caído lamentablemente en letra muerta.

Claudia Pía González Poblete
Abogado