El hallazgo, que sirve como pieza clave en las pruebas que maneja la Fiscalía, incluye información de alzas en precios de medicamentos que no fueron considerados en la acusación del Ministerio Público. Imputados celebran, pero fiscal pone paños fríos: “Hay 200 correos más”, dice.
El caso Farmacias pasa por su recta final. No hay dudas de que hubo colusión, según lo determinó la Corte Suprema y lo que hoy se discute es la responsabilidad de la decena de ejecutivos que estaría detrás de las alzas fraudulentas de los medicamentos, así como la pena que les corresponde. En esa pugna se encuentra el Ministerio Público con las tres cadenas más grandes del país, las que ad portas de iniciar los alegatos finales hallaron un antecedente que, eventualmente, podría jugarles a favor.
El correo del 19 de diciembre 2007, enviado por Ramón Ávila, gerente comercial de Salcobrand, a otros ejecutivos de la compañía, constituye una pieza clave para los argumentos del Ministerio Público en su acusación de alteración fraudulenta de precios de medicamentos, delito que se le imputa al mismo Ávila y otros 9 ejecutivos ligados a Salcobrand, Cruz Verde y Farmacias Ahumada.
Ávila aborda las acciones que se han tomado para revertir las bajas de precios de la competencia. En uno de los cuatro puntos contenidos en ese documento, se sostiene: “Insistir con los laboratorios la necesidad de una coordinación para el alza de sus precios. Para ello ofrecimos ser la cadena que primero suba los precios (los días lunes o martes) de este modo, las otras dos cadenas tendrían 3 o 4 días para ‘detectar’ estas alzas y luego asumirlas. Hasta el momento se ha logrado que con 4 laboratorios hayamos subido el precio de 5 de sus principales productos. Dados estos buenos resultados esperamos repetir el ‘procedimiento’ con más productos y más laboratorios, en el transcurso de las próximas semanas”.
Para la Fiscalía, dicho documento revela “una metodología de trabajo respecto de los laboratorios en relación con las cadenas”, según sostiene el fiscal Jaime Retamal, una prueba importante para demostrar las responsabilidades personales detrás de la colusión de precios de los 48 medicamentos que abarcó el ente persecutor en su acusación.
Sin embargo, la defensa de las farmacéuticas halló un correo, que sería la respuesta de ese email y en donde se explica que efectivamente se consiguió subir los precios con cuatro laboratorios, pero que no coinciden con los considerados por la Fiscalía.
La muestra del Ministerio Público abarca distintos productos pertenecientes a los laboratorios Recalcine, Grünenthal y Medipharm. Pero el correo habría tenido como respuesta las alzas que se le dieron a medicamentos de los laboratorios Saval, Bayer (Scherling), Bagó y Tecnofarma.
Así es como la defensa de una de las cadenas involucradas, asegura que “la Fiscalía ha pretendido con ese correo probar algo que no se puede demostrar. Hay que probar que se alteraron fraudulentamente los precios de 48 medicamentos y para eso se utilizaba este correo, pero en la respuesta se hace referencia a cuatro laboratorios que no forman parte de la acusación”.
Este asunto ha abierto una controversia que las cadenas farmacéuticas celebran, en virtud de que les sirve para su causa, a pesar de la existencia de un acto colusivo. Pero la Fiscalía pone paños fríos.
En plena recta final del caso, Retamal sostiene: “El correo indica que se deben determinar ciertas acciones. Una de ellas, insistir en las alzas de precios y coordinarlas, siendo Salcobrand la primera cadena que subiría los precios para que el resto los detectaran y asumieran. De acuerdo a lo que dijo Ramón Avila, sin embargo, este correo no fue contestado. Distinto es que la defensa pueda sostener que otro email, del mismo día, corresponda a una respuesta en relación con esto, lo cual es una hipótesis. Ahora bien, el correo es del 19 de diciembre, pero el período colusivo se inicia en noviembre y termina en abril de 2008. Por tanto, este material se explica por lo que se hace hasta ese minuto y lo que debiera hacerse”.
Retamal enfatiza la existencia de 200 correos electrónicos incautados, de los cuales se destacan 133 páginas en las que se habla de “coordinar, alzar y alinear con la competencia (…). Lo relevante del correo del 19 de diciembre es que es explicativo. No se refiere a un producto determinado, sino a un método y además hace referencia a las alzas con laboratorios, para lo cual (Salcobrand) ofrecen ser los primeros para que el resto los detecte”.
Las razones por las que la Fiscalía optó por una muestra de 48 medicamentos, pasó por distintos criterios. De partida fueron los de mayor alza y los más representativos del mercado. Al mismo tiempo, todos eran de prescripción médica, notorios (que genera percepción de precio por parte del cliente) y crónicos.
Desenlace es cosa de días
Así es como está el panorama para que, a partir del lunes próximo, se inicie la ronda de alegatos finales para luego conocer una absolución o condena.
La Fiscalía pide cinco años de prisión efectiva, lo cual es difícil, pese a que los tribunales podrían considerar la reiteración del ilícito. Sin embargo, la irreprochable conducta anterior de los involucrados supone una pena de entre 61 a 541 días, la cual podría cumplirse de un modo distinto.
Los 10 imputados por la Fiscalía son Roberto Belloni, gerente general de Salcobrand; Ramón Ávila, gerente comercial; Mehilín Velasquez, jefe del departamento de precios; Claudia Manager y Judith Carreño, ambas ejecutivas de cuentas. De Farmacias Ahumada, Sergio Purcell, gerente general, y Ricardo Ewertz, gerente comercial. De Cruz Verde, Ricardo Valdivia, gerente del área Farma, y Cristián Catalán, ejecutivo de cuentas. A estos se suma Mario Zemelman, gerente general del Laboratorio Medipharm.
