Señor Director:
En el contexto de la próxima votación en la Comisión de Salud del proyecto de ley sobre el aborto me parece oportuno enfatizar que es crucial tener en cuenta a las mujeres que se encuentran en una situación en las que se les hace difícil llevar adelante un embarazo especialmente por las causales que figuran en el proyecto de ley. Es importante ofrecer apoyo a través de acciones que respeten tanto la propia dignidad de la mujer, como la del ser que se está desarrollando en su seno y la de todos aquellos que desean ayudarlas. El aborto no es la solución a las dificultades que afrontan estas mujeres. Un aborto no evita el abuso que ya se ha producido e incluso podría favorecer el enmascaramiento de situaciones de abuso reiterado; no sana al embrión o feto aquejado de una grave patología sino que lo elimina, no sana a la mujer que está enferma ni tampoco salva su vida. El aborto atenta directamente contra el bien más básico y fundamental que tenemos todos los seres humanos.
Los estudios de la biología señalan que desde el momento de la unión de los gametos se constituye una nueva entidad biológica activa que opera como una unidad según la información contenida en su propio código genético. Se trata de un ser unicelular dotado de una nueva y exclusiva estructura informacional que constituye la base de su posterior de desarrollo y que pertenece a la especie humana tanto por sus genes como por su procedencia. Es un nuevo miembro de la familia humana.
Se puede y se debe ayudar a la mujer que afronta una situación complicada debido a su embarazo y a su hijo; pero a través de acciones y leyes que favorezcan el desarrollo de medidas eficaces que no solo respeten la dignidad de cada una de las personas que se ven involucradas en estas situaciones, mujer, el hijo, la familia, personal de salud, legisladores… sino que además la eleven haciendo posible una verdadera solidaridad entre todos y cada uno de nosotros.
Montserrat Martín
Médico, Instituto Berit de la Familia
Universidad Santo Tomás
