Publicidad

Cuba: Asamblea Nacional revelará el 24 de febrero el futuro de Fidel Castro

Sistema por el que se designará al nuevo Consejo de Estado, órgano de gobierno que preside actualmente el convaleciente jefe de gobierno, prevé la consulta previa de los legisladores.


La Asamblea Nacional de Cuba tendrá el día de su instalación, el próximo 24 de febrero, la principal misión de la legislatura: servir de escenario para que se produzca o no la renovación del mandato del presidente Fidel Castro, una tarea de la que ya se habla en los pasillos del Parlamento.



«Mi criterio personal y el de algunos compañeros que he compulsado, la opinión general, es volverlo a proponer (a Castro). Luego quedará todo en su voluntad, a ver qué él decide», indicó a Efe José Luis Toledo, presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales.



El sistema por el que se designará al nuevo Consejo de Estado, órgano de gobierno que preside actualmente Fidel Castro, convaleciente de una enfermedad que en julio de 2006 le obligó a delegar provisionalmente sus cargos en su hermano Raúl, prevé la consulta previa de los legisladores.



La Comisión Nacional de Candidaturas, conformada por representantes de los «órganos de masas» (el sindicato único y otras asociaciones), entrevista desde esta semana a cada uno de los 614 diputados elegidos el 20 de enero para que propongan de entre sus compañeros a los 31 miembros del Consejo de Estado.



Con esa información se presentará una «candidatura de consenso» al pleno de la Asamblea Nacional, en forma de lista única con el presidente, los cinco vicepresidentes, el secretario y los otros 24 miembros.



Toledo señaló que «una de las cosas esenciales que debe tener presente el trabajo de la Comisión de Candidaturas es buscar candidatos de consenso. El termómetro político son las entrevistas individuales».



Todo ello ocurrirá en la sesión de instalación de la Asamblea, constitucionalmente el «órgano supremo del Poder del Estado», después de elegir a su nueva directiva.



Reformas estructurales



Entonces los diputados habrán cumplido su primera jornada de trabajo de una legislatura de cinco años que será de «decisiones importantes», según ha dicho el presidente provisional.



Raúl Castro afirmó el año pasado que Cuba necesita reformas «estructurales», que hay un «exceso de prohibiciones» y que la tierra tiene que estar en manos de quienes puedan producir con eficiencia.



Sin embargo, con dos sesiones ordinarias por año, el trabajo de la Asamblea tiene poco parecido con un legislativo convencional.



En el quinquenio que concluye sólo ha aprobado las cinco leyes de Presupuestos presentadas por el Gobierno y una ley orgánica, la de Fiscalía Militar.



Toledo indicó que «no siempre los problemas del país se tienen que resolver con una ley» y que no se puede analizar el trabajo parlamentario «en relación a la cantidad de instrumentos legislativos» aprobados.



«La Asamblea ha estado permanentemente discutiendo problemas medulares del país, sin que eso se traduzca en un acto legislativo», añadió.



No obstante, reconoció que la próxima dirección debe «pensar en un plan legislativo» que organice el trabajo «para cumplir más utilidad legislativa».



Y «tal vez retomar el proceso de rendición de cuentas (de funcionarios gubernamentales) con más profundidad, con más continuidad», agregó Toledo.



Incertidumbre



Para diplomáticos y analistas locales y extranjeros consultados por Efe en La Habana, es incierto el papel de la Asamblea en la nueva legislatura.



Uno de ellos opinó que será «la Asamblea del si o no al cambio», aunque no cree que sea «motor de cambios», ya que por su historial y estructura está «a la cola de la toma de decisiones».



«Yo creo que Raúl les va a dar mucho masticado, pero creo que va a tratar de tirar más de la Asamblea que en el pasado, de la misma forma que está usando a los ministerios como centros de análisis, toma de decisiones y ejecución de políticas», afirmó otro analista,



Agregó que esa función tendría, además, el añadido de «proporcionar una nueva válvula de escape» si la población ve «que ahora se está llamando a las cosas por su nombre y que tampoco los ministros, la burocracia, pueden mandar de una forma descontrolada».



Para Toledo, la Asamblea tiene «toda la capacidad de coadyuvar a los cambios que necesariamente se han valorado que se harán», aunque «tienen que ir precedidos de suficiente cautela y suficiente valoración multilateral de las instituciones».



Preguntado por las reformas anunciadas y las leyes que deben ser aprobadas, señaló que eso lo tendrá que definir la próxima dirección, y afirmó que ya ha habido debate parlamentario sobre cuestiones como el levantamiento de la prohibición de que los cubanos puedan hospedarse en hoteles.



«Ya hay un planteamiento, un análisis que en su día se hizo, ya hace algún tiempo… en la anterior legislatura», dijo Toledo.



EFE

Publicidad

Tendencias