Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia anunciaron el sábado que dejaría libres, unilateralmente, a los ex congresistas Gloria Polanco, Luis Eduardo Pérez y Orlando Beltrán.
El anuncio de las FARC de que liberará a tres políticos secuestrados desde hace casi siete años es acogido con alegría, pero no hace olvidar la situación del resto de rehenes.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) anunciaron el sábado que dejaría libres, unilateralmente, a Gloria Polanco, Luis Eduardo Pérez y Orlando Beltrán.
El Gobierno de Colombia saludó el anuncio y dijo que facilitará la puesta en libertad de los tres ex congresistas.
«Estamos dispuestos a dar todas las facilidades para que nuestros compatriotas regresen a la libertad. Ojalá que la liberación se dé en cuestión de horas», dijo el ministro del Interior y de Justicia, Carlos Holguín.
El alto cargo, asimismo, aludió a la petición de las FARC para que sean el presidente venezolano, Hugo Chávez, y la senadora opositora colombiana Piedad Córdoba quienes reciban a los rehenes, y señaló que la operación humanitaria «está por encima» de las relaciones entre los dos países.
«Nos parece que la liberación de los secuestrados está por encima de cualquier otra consideración, y yo creo que no vamos a permitir que para esa liberación haya dificultades», declaró Holguín a periodistas.
El presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia y obispo de la ciudad de Tunja (centro), Luis Augusto Castro, por su parte, expresó una «satisfacción enorme» por el anuncio.
«Pienso en sus familiares que han luchado tanto. Esperamos que esto acontezca cuanto antes y que sigan liberando a todos los demás», casi 3.000 personas, según confió el jerarca de la iglesia católica colombiana.
«Cualquier liberación unilateral e incondicional es bienvenida», dijo el ministro de Relaciones Exteriores, Fernando Araújo, que permaneció casi seis años secuestrado por esa guerrilla hasta que logró evadirse a finales de 2006.
El comandante de las Fuerzas Militares, general Freddy Padilla de León, consideró que ese anuncio de liberar más rehenes es una «reacción a la presión de los colombianos» que urgen dejar libres «a todos, absolutamente a todos los secuestrados» con las marchas que se celebrarán mañana en mas de 130 ciudades de los cinco continentes.
El alto oficial no descartó que esa promesa sea una treta «para trasladar a secuestrados a otras zonas», puesto que están acosados por las tropas.
También el ex presidente Ernesto Samper (1994-1998), pidió «no olvidar a los demás» rehenes de las FARC e insistió en que hay obtener la puesta en libertad de los demás.
«Allá quedan más, que esperan el acuerdo humanitario (los canjeables), y también los 800 o 900 más por razones económicas que anhelan su libertad», dijo Samper que instó al Gobierno del presidente Álvaro Uribe a «agilizar» una solución por la liberación de todos los secuestrados.
Así como los propios familiares de quienes presuntamente pueden recobrar su libertad expresaron su alegría, otros allegados también de rehenes manifestaron su esperanza.
Lucy de Gechem, esposa del ex congresista Jorge Eduardo Gechem Turbay, celebró el anuncio pero solicitó que su marido sea incluido en una lista de liberados en breve.
Señaló que la «salida de Jorge Eduardo debe darse ya, debido a sus problemas de salud».
El sábado en la noche las FARC anunciaron la liberación de los tres políticos «dado su estado de salud», según un comunicado del Secretariado del Estado Mayor Central de ese grupo rebelde.
Luis Eladio Pérez, quien también fue concejal en Pasto, capital del departamento de Nariño (suroeste), y representante a la Cámara, ha padecido hipertensión derivada de su diabetes.
Gloria Polanco tiene problemas con la tiroides y Orlando Beltrán sufre de hipertensión y debe consumir una medicina frecuentemente y cuando no le es suministrada, se pone muy mal, según admitió en una prueba de vida que hizo llegar a su familia hace algún tiempo.
Otros familiares de soldados y de policías en poder de la guerrilla, algunos desde hace más de diez años, también declararon su confianza en que las FARC anuncien más liberaciones.
El anuncio de la puesta en libertad de los tres secuestrados se produjo dos días antes de que se celebren manifestaciones de rechazo a esa guerrilla en mas de 130 ciudades en todo el mundo y para exigir que todos los rehenes sean dejados libres.
EFE
