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La economía de EE.UU. y la economía chilena (II Parte)


I. El optimismo de las autoridades chilenas y la recesión de los Estados Unidos



El Mercurio del viernes 23 de noviembre, con relación a Chile en forma destacada tituló: «Economía: Optimismo en los aprontes de las autoridades para el 2002».



Según dicho artículo, el presidente del Banco Central, Carlos Massad, señaló que: «los últimos antecedentes hacen prever que el próximo año Chile puede crecer más cerca del techo que del piso del rango de 3% a 4% proyectado, más aún la autoridad monetaria cree que se puede incluso superar el 4%…».



Más adelante agrega: «Un escenario más positivo en EEUU podría llevarnos incluso por encima del rango… el riesgo hacia abajo que hemos tenido permanentemente en nuestras proyecciones, puede ahora convertirse en riesgo hacia arriba».



Adicionalmente, en el artículo se agrega que «también mejoraron las expectativas del ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, quien coincidió con Massad en el diagnóstico de que no hay razones para esperar un deterioro de la situación económica en el futuro inmediato, pues todo apunta a que el panorama tiende a despejarse más que a complicarse».



El día lunes 26 de noviembre -primer día hábil después de estas optimistas declaraciones de las autoridades chilenas publicadas el viernes- el National Bureau of Economic Research (NBER) informó que la economía estadounidense ya se encontraba en recesión desde marzo del 2001.



El NBER, como resultado de sus análisis sistemáticos, ha concluido que el peak de la actividad económica de los EEUU se produjo en marzo del 2001. Dicho peak marcó el fin de la más prolongada expansión económica de los Estados Unidos, y el inicio de una recesión.



El NBER es una institución académica privada de prestigio internacional. Estudia los ciclos de la economía estadounidense desde el año 1854. Es referente obligado de los principales organismos oficiales de los Estados Unidos. En efecto, en los documentos de la Reserva Federal, así como en los Informes Anuales del Presidente de los Estados Unidos al Congreso, son citados en forma reiterada los informes del NBER.



Es importante señalar que ya el 9 de noviembre del presente año -varios días antes de las optimistas declaraciones de las autoridades chilenas- el NBER publicó en su sitio web los gráficos con las series estadísticas que dan cuenta de la situación recesiva de los Estados Unidos. Esta situación, sólo puede declararla oficialmente el Bureau, tal como lo hizo en el documento del 26 de noviembre del 2001.



II. Estados Unidos: de locomotora a detonante de la recesión de la economía mundial



En nuestro documento «La Economía de los EE UU y la Economía Chilena, I Parte» (03/11/2001), señalábamos que tanto la economía de los Estados Unidos, así como la mayoría de las economías del mundo -previo a los acontecimientos del 11 de septiembre en Nueva York y en Washington- ya se encaminaban hacia una situación recesiva. A su vez, Chile se encaminaba hacia su segunda crisis cíclica desde 1998. Los acontecimientos de septiembre profundizarían la recesión mundial y la crisis en Chile. Para los Estados Unidos, señalábamos: «Desde el punto de vista de las inversiones y de las exportaciones e importaciones, así como de la producción industrial, la economía estadounidense ya se encontraba en una situación de crisis…».



En la parte I, concentramos la atención en la relación entre el PIB y las importaciones que Estados Unidos hace del resto del mundo. «Estados Unidos, en los últimos años había sido la locomotora de la economía mundial. Las importaciones de bienes de Estados Unidos crecían a un ritmo superior a tres veces el crecimiento relativamente elevado del PIB» (en el año 2000, el PIB creció en 4,1% y las importaciones de bienes en 13,5%)… «El papel de locomotora permitió que la crisis asiática no se transformara en crisis mundial y al mismo tiempo permitió la reactivación más o menos rápida de la economía de esas y otras regiones».



«En los últimos años y hasta el tercer trimestre del 2000 el crecimiento de las importaciones fue la base dinámica de la economía mundial. Posteriormente la brusca caída de las importaciones que Estados Unidos hace del resto del mundo, se transforma en un importante determinante de la recesión mundial». A partir del cuarto trimestre del 2000 las importaciones que EEUU hace del resto del mundo tienen tasas negativas de crecimiento. En el segundo trimestre del 2001, las importaciones de bienes disminuyeron en cerca de un 10%.



Señalábamos que la crisis de los Estados Unidos y del mundo, profundizaría la segunda crisis cíclica en la economía chilena, crisis de doble zambullida (11/03/01). Esta, debe ser entendida como parte de un movimiento que se inicia antes de la crisis asiática como consecuencia de la sobreproducción de cobre y la drástica disminución de precios creada desde Chile a partir de 1995. Se produce un gran incremento de las exportaciones físicas de cobre y una disminución del valor de dichas exportaciones. La drástica disminución de los precios del cobre provocada desde Chile, son la principal causa de la crisis de la economía chilena.



Señalábamos que la disminución del PIB y la fuerte caída de las importaciones en EEUU afectarían las exportaciones chilenas, lo que haría de nuevo evidente la ruptura entre el PIB en Chile (-1,1%) y el ingreso nacional (-4,1%) que se produjo en la crisis de 1999. El modelo de crecimiento empobrecedor, este año mostrará nuevamente la ruptura entre el crecimiento físico de la producción y de las exportaciones y el ingreso nacional que podría mostrar incluso una disminución.



El dinamismo interno de EEUU y el papel de locomotora de la economía mundial estuvieron basados en positivas perspectivas empresariales, que se manifestaron en un crecimiento extraordinario de las inversiones globales.



III. La inversión en Estados Unidos en la década de los 90′



En el gráfico siguiente salta a la vista el crecimiento casi exponencial de la inversión en EEUU en la década de los 90. Su «pendiente» no encuentra un comportamiento semejante en los últimos 40 años. En 1991 la inversión fue un poco superior a US$ 800 mil millones (dólares de 1995). Al tercer trimestre del 2000, la inversión anualizada es superior a US$ 1.830 mil millones. Esto llevó a que la economía de los Estados Unidos caracterizada ampliamente como una economía decadente en los 80, reconquistara el liderazgo y hegemonía económica que en los 90 había compartido con Japón y Europa.




Fuente: Construido a partir del «Economic Report of the President», enero 2001.



La inversión que más crece es la inversión de las empresas en equipo de alta tecnología. Se produce una revolución en el desarrollo de las fuerzas productivas en Estados Unidos. Esta es una de las principales bases de su dinamismo y de la actual crisis. Entre 1990 y el 2000, el PIB en EEUU creció en más de 38%, la inversión global creció en 102%, la inversión de las empresas en cerca de 117% y en Equipo y Software en 168%.



A partir de mediados del 2000 se modificaron profundamente las expectativas empresariales, se frenan abruptamente las inversiones globales como se puede observar en la gráfica siguiente. El crecimiento muy elevado de las inversiones, se frena abruptamente y se transforma en tasas negativas en los últimos cinco trimestres y superiores al 10,5% en los tres primeros trimestres de este año.







El dinamismo de la economía estadounidense y la globalización actual de la economía mundial, promovieron la sobreproducción mundial de todo tipo de mercancías (bienes de alta tecnología, productos industriales tradicionales, producción de alimentos, materias primas y energéticos).



Esta tendencia a la sobreproducción en el caso de Chile se ha visto acentuada por los incentivos a las inversiones extranjeras, no sólo por la calidad de los recursos naturales, sino porque se les entregan en propiedad privada las riquezas naturales del país y, como se sabe, prácticamente no pagan impuestos. Las principales exportaciones chilenas son primarias y en la mayoría de ellas, hay sobreproducción mundial. Sin embargo, tanto en el cobre como en el salmón, la sobreproducción mundial es explicada desde Chile.



IV. Información reciente sobre EEUU y Chile



Los precios del cobre en los últimos años se derrumbaron a pesar de que la demanda mundial de cobre aumentaba, aún con la crisis asiática. La caída de precios se explicaba porque los incrementos de la producción en Chile eran mayores al crecimiento de la demanda mundial.



Actualmente, Chile enfrenta el peor de los escenarios. La disminución de las inversiones y de la producción en Estados Unidos y en otros países desarrollados, se producen con mayor énfasis en los sectores que utilizan intensivamente cobre. En el 2001 se ha presentado una sobreproducción acrecentada de cobre acompañada de una drástica disminución de la demanda mundial de cobre. Las disminuciones acordadas por diferentes empresas son insuficientes para corregir los fuertes desequilibrios del mercado. Los bajos precios pueden continuar durante los años que restan del gobierno del Presidente Ricardo Lagos.



Las autoridades chilenas deberían basarse en estudios rigurosos y no en meras especulaciones, basta ya de cuentas alegres. Las informaciones más recientes de la Reserva Federal del 14 de diciembre señalan que: la producción industrial en noviembre nuevamente disminuyó. Esta disminución de la producción industrial se ha producido en doce de los trece meses anteriores a noviembre. El uso de las capacidades instaladas en la industria de Estados Unidos también disminuyó en noviembre, enterando con ello 17 meses de disminución, llegando a un nivel menor al de la crisis de inicio de los ´90. Lo anterior a pesar de la fuertes medidas monetarias y fiscales para reactivar la economía de Estados Unidos.



Por su parte, el Departamento de Comercio de Estados Unidos en su informe global del 21 de diciembre, corrige por segunda vez a la baja la tasa de variación del PIB. Inicialmente había informado que el PIB había caído en 0.4% posteriormente informó que la caída era de -1,1% y en el informe reciente da una cifra final de -1,3%. El consumo de las personas en el tercer trimestre creció solo 1%, las inversiones disminuyeron en 10,5%, las exportaciones cayeron en 18,8% y las importaciones que Estados Unidos hace de los otros países del mundo disminuyeron en 13%.



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* Orlando Caputo es Economista de la Universidad de Chile y profesor investigador de la Universidad ARCIS.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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